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Por Miguel García
Este sábado se inauguraron las actividades del festival de las Almas en el municipio de Valle de Bravo, la edición 2024 de este encuentro destaca por su importancia luego de un periodo particularmente difícil tras el colapso de la actividad turística por la sequía y la disminución del agua en la presa Miguel Alemán.
En el último año, prestadores de servicios turísticos reportaron una disminución de hasta el 60% en la visita de familias tras la imagen desoladora de la sequía.
Este escenario particularmente inhóspito para un municipio dependiente del turismo implicaba que, tras el ciclo de lluvias, y la mejora en los niveles de agua, que se tuviera como nunca una estrategia para incrementar la visita, cuál fue el escenario: ruptura, protagonismo y división.
Días antes de la inauguración en una actitud irresponsable el Ayuntamiento de Valle de Bravo emitió un comunicado en el que se desmarcaba de este encuentro acusando que no fue tomado en cuenta.
La autoridad estatal por su parte recibió el golpe bajo y ha guardado silencio hasta el momento. A nadie beneficia esta actitud frívola del Ayuntamiento de Valle de Bravo de querer ganar reflectores.
Bien le hubiera valido simplemente ayudar en lo que pudiera luego de que en este periodo de sequía destacó por su nula capacidad de ayudar a las familias.
El resultado: un festival que dice llamarse de las Almas, pero carece de ese sustento.