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Una noche de Rey a Rey, la que tuvo El Potrillo

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Como lo hiciera su querido viejo, Alejandro Fernández llenó la Plaza de Toros México, pese a la espera de casi una hora

FERMÍN SÁNCHEZ
GRUPO CANTÓN

El gran homenaje que le rindió Alejandro Fernández a su padre Vicente Fernández con su concierto del tour de Rey a Rey pagó con creces la espera de una hora en la Plaza de Toros México este sábado, siendo el segundo de dos en ese recinto.

Aunque la cita era a las 21:00 este comenzó casi una hora después, y es que para este momento todavía no se encontraba llena la plaza, ya que la colonia Ciudad de los Deportes en la Benito Juárez, es una zona complicada para llegar, porque no cuenta con estacionamiento y la mayoría llega a pie.

En medio de un frío típico de las fechas, y con la presentación que hace mucho su padre el gran “Chente” le hiciera a su hijo: “Quisiera que le regalaran un aplauso bien cariñoso al más pequeño de mis potrillos Alejandro Fernández”, comenzó a cantar ante 45 mil almas con la canción “No me sé rajar”.

En este gran homenaje al Charro de Huentitán en uno de los lugares que también llenará su “querido viejo”, estuvo la familia Fernández, junto con la matriarca María del Refugio Abarca Villaseñor, conocida como Doña Cuquita, acompañando así a El Potrillo en primera fila, quien fue agarrando poco a poco tono con unos tequilitas.

El Potrillo cantó más de 2 horas y media, temas como “De que manera te olvido”, “A mi manera”, “Volver volver”, “El rey”, ”Un millón de primaveras”, “Estos celos”, y “Ni en defensa propia” entre otros temas en honor a quien por más de 50 años fue la figura máxima de la canción ranchera en los últimos tiempos.

Alejandro no pudo contener su emoción por su presentación: “Esta es una de las noches más importantes de mi vida… Hoy vamos a celebrar la vida del gran charro de México”, acompañado de una mirada al cielo dedicándole la noche a su padre Vicente Fernández.

Con una hora y media cantando canciones de su padre, El Potrillo agradeció y fue a cambiarse de vestuario para regresar y consentir a sus fanáticos con un bloque de sus canciones más icónicas: “Te olvidé”, “Si tú supieras”, “No sé olvidar”, “Caballero”, “Hoy tengo ganas de ti”, “Me dedique a perderte”, “Mátalas”, “Te voy a perder”, “Que voy a hacer con mi amor”, “Que lastima”, “Camina corazón” y “Cómo quien pierde una estrella”.

Pero esto no podía quedarse así, ya que la gente pedía otra, por lo que se cantó tres pilones, para así cerrar con broche de oro, emocionando a la gente y a él mismo quien no podía esconder la emoción y la alegría de la gran presentación, demostrando que fue una noche de Rey a Rey.

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