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Por Eduardo López Betancourt
La Fiscalía General de la República (FGR) en México es objeto de críticas debido a su inestabilidad y falta de profesionalismo. Su titular ha sido acusado de venganzas personales, falta de transparencia y desconocimiento del derecho penal. La institución reemplazó a la Procuraduría General de la República en 2018 y tiene funciones de ministerio público, pero ha sido cuestionada por su incapacidad para investigar y perseguir delitos federales de manera efectiva.
Entre los puntos críticos de la FGR se encuentran: Falta de transparencia, el titular de la FGR no da la cara y no proporciona información clara sobre sus acciones y decisiones (nótese la diferencia con el ejecutivo federal, a diario la actual presidenta informa, contesta preguntas y en general es empática con los medios de comunicación). Ineficacia. La institución ha demostrado ser incapaz de investigar y perseguir delitos federales de manera efectiva, lo que ha generado desconfianza en la población. Desconocimiento del derecho penal, se ha cuestionado la capacidad del titular de la FGR para entender y aplicar el derecho penal de manera adecuada. Venganzas personales, se han hecho acusaciones de que el titular de la FGR utiliza su cargo para perseguir a sus enemigos personales. Falta de credibilidad, la institución ha perdido credibilidad debido a sus acciones y decisiones cuestionables.
Un ejemplo reciente de la ineficacia de la FGR es el caso de Ismael “El Mayo” Zambada y Héctor Melesio Cuén. La FGR informó que la sangre encontrada en la finca de Huertos del Pedregal, en Culiacán, correspondía a Melesio Cuén, pero el juez federal Alberto Díaz Cruz determinó que los resultados de genética no coinciden con los de Melesio Cuén. Además, el juez no rechazó las solicitudes de órdenes de aprehensión relacionadas con el secuestro de “El Mayo” Zambada y Melesio Cuén, como había informado la FGR. Nótese la actitud irresponsable, audaz y falsa de la Fiscalía con un titular que urge sea reemplazado.
México reclama un fiscal de alta calidad, como Eliot Spitzer, exfiscal de Nueva York.