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Por Salvador Guerrero Chiprés
Su intento por evadir la revisión policial lo convirtió en homicida.
El domingo, dos jóvenes en motocicleta arrollaron al policía Francisco Javier Duana, del Agrupamiento Guerreros, en El Gavillero, colonia Pueblo San Nicolás Totolapan, en Magdalena Contreras.
El conductor, de 20 años, quien llevaba como copilota a una joven de 18, trató de sortear a los agentes y mató a un servidor público. Lo que podía haber sido una revisión rutinaria terminó en tragedia en cuestión de segundos. Ahora enfrentará proceso por homicidio culposo.
En la CDMX ha habido un importante esfuerzo impulsado por la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, iniciado desde su responsabilidad en Iztapalapa y proyectado en compromisos en la inicial administración. El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, manifestó su pesar por el incidente. Es necesario corresponder con el fortalecimiento de la cultura cívica desde la comunidad.
Así como somos sujetos de derecho, también lo somos de obligaciones, y el respeto a las normas es fundamental para una sana convivencia social.
Los puntos de revisión, en ese caso en la alcaldía gobernada por Fernando Mercado, forman parte de una estrategia de seguridad de beneficio comunitario, a la cual todas y todos podemos contribuir, si no tenemos nada que temer.
No es la primera vez que un conductor, de automóvil o motocicleta, atropella a un policía en su intento por evadir una multa de tránsito o un punto de revisión.
Entre los más recordados está el de un agente muerto en un punto de alcoholímetro en 2009, cuando un automovilista ebrio de 22 años lo arrolló cerca de la estatua del Papa Juan Pablo II.
La muerte del agente Duana en cumplimiento de su deber es una tragedia familiar, social y de interés público. Defender y reivindicar la dignidad policial y el respeto a la figura de la representación de la autoridad es de interés general.
