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- “La decisión de no invitar al rey fue de ella y yo la apoyé”
- Claudia no es manipulable
- Le está faltando el respeto a México
Juan R. Hernández
Ciudad de México. – De forma enérgica, el Jefe del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, respondió al presidente de España, Pedro Sánchez, luego de que éste sugiriera que la decisión de no invitar al rey Felipe VI a la toma de protesta de Claudia Sheinbaum fue influenciada por él.
Durante su conferencia matutina, el mandatario calificó estas declaraciones como una falta de respeto hacia la presidenta electa de México, y dejó claro que Sheinbaum es totalmente independiente en sus decisiones.
“Le está faltando el respeto a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, porque sugiere que la decisión de no invitar al monarca español fue una decisión que yo tomé, como si la presidenta de México fuese manipulable”, afirmó.
El mandatario insistió en que la resolución fue enteramente de Sheinbaum y que, al conocerla, él brindó su respaldo incondicional.
El presidente @lopezobrador_ reiteró su respaldo a la presidenta electa, @Claudiashein, frente a la falta de respeto del presidente de España.
Llamó a que entiendan que este es un país independiente, libre y soberano, no es colonia, ni tierra de conquista de nadie. pic.twitter.com/HpOWV3zafq
— Gobierno de México (@GobiernoMX) September 28, 2024
“Se equivocan completamente. Es una decisión de la presidenta electa y yo, cuando supe de esa postura, la respaldé, como la voy a respaldar siempre”, añadió.
Las declaraciones de AMLO surgen en medio de una creciente tensión diplomática entre México y España, que se remonta a 2019. En aquella ocasión, López Obrador exigió al gobierno español y la monarquía que reconocieran los abusos cometidos durante la conquista y colonización de México, incluyendo masacres y otras injusticias contra los pueblos indígenas.
López Obrador reiteró su esperanza de que la monarquía española, encabezada por el rey Felipe VI, rectifique su postura y acepte ofrecer una disculpa por los agravios históricos.
“Espero que finalmente la monarquía española rectifique su actitud, y que el rey acepte ofrecer la disculpa que se le solicitó”, concluyó.
La postura de la presidenta electa y su negativa a invitar al rey Felipe VI a su toma de protesta marca una nueva etapa en la relación diplomática entre ambos países, lo que refleja la independencia de la mandataria en temas clave para el futuro de México.
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