Síguenos

¿Qué estás buscando?

Voces

Arreando al Elefante | Fue un honor, presidente

686 lecturas

Instauró otra forma de gobernar, no la división que algunos acusan; fue el despertar de los que sintieron que su voz sería escuchada y respondida. Durante 6 años, de 7 a 10 de la mañana nos mantuvo al tanto de la situación del país iniciando un diálogo inédito con los medios, sobre todo alternativos que vieron su nacimiento y consolidación, las voces discordantes y hasta groseras fueron también escuchadas y respondidas con respeto, sin exabruptos, con una gran paciencia y sobre todo sin arrestos, golpizas, desapariciones como lo hacían de Peña para atrás a los que “osaban” increpar al “dios”. Su canal de Youtube lo llevó a ser el mayor streamer de latinoamerica, las grandes cadenas nacionales y extranjeras pelearon por adjudicarse la “monetización” de su canal y fue preciso que presidencia declarara que era un canal libre; la caricatura del monero José Hernández, “el Fis”, se hizo inmediatamente popular y fue objeto de todo tipo de merchandising hasta hoy (el Fis también dejó su obra para libre acceso); durante la pandemia tuvimos información puntual por el doctor Gatell y con su “Yo tengo otros datos”, derribaba las mentiras de los opositores. Ningún mexicano es igual que hace 6 años, sus “clases de historia” nos hicieron volver a mirar a nuestras raíces, el origen y sentirnos de nuevo orgullosos de ello. Con todo el poder que los mexicanos le dimos, jamás sucumbió a la represión, al autoritarismo, jamás se le nubló la cabeza para vender territorio y enriquecerse con ello como los anteriores lo hicieron. Lo llamaron “dictador” y nunca lo fue, por el contrario, jamás dejó de ser el joven humilde salido de Tepetitán.

A horas de la despedida, un conjunto de ciudadanos ha permanecido toda la semana afuera de Palacio Nacional, en una pequeña carpa, invitando a los paseantes a firmar mantas en apoyo y agradecimiento al presidente más humano y más querido, de cuando en cuando gritan consignas “te queremos presidente” “amor con amor se paga” “hasta siempre”…y las lágrimas saltan. Por la tarde después de las 6, los mariachis se dan cita (sin cobrar) para tocar durante una hora las piezas mexicanas en su honor.

Se va como los grandes, con el amor del pueblo, con el encargo terminado con creces; tranquilo, contento, feliz por dejar el país en buenas manos.

Ana maría Vázquez

Escritora/Dramaturga

@Anamariavazquez

Te puede interesar

Advertisement