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Malgastaron el erario público y arrastran sospechas de corrupción; su alcaldía es la que más carece de recursos
Daniel Escobar
Ciudad de México.- Este trienio que encabezaron los hermanos Vanegas en Milpa Alta, estuvo marcado por un nulo progreso en la demarcación, pues se mantuvo como la más marginal de las 16 alcaldías, mientras que los ediles malgastaron recursos públicos, y encima arrastran presuntos actos de corrupción.
De acuerdo con los últimos estudios (abril de 2024) del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), esta alcaldía que en los últimos tres años gobernó primero Judith Vanegas y cerró los últimos meses su hermano Víctor, es la menos atractiva para inversiones y desarrollo en la Ciudad de México.
Lo anterior, es antecedido por el hecho de que México Evalúa arrojó con datos desde 2020, que Milpa Alta es la demarcación con más pobreza, pues un 66.5% de los habitantes carecen de recursos indispensables; aún así, los gastos innecesarios y otros incomprobables o de sospechoso desvío de recursos públicos, no faltaron durante la administración.
Un ejemplo de estos fuertes gastos sospechosos, fue que la compañía Betmon Casty Servicios Integrales, se benefició con poco más de 12 millones de pesos, en supuestas ventas y rentas de vehículos para este gobierno de la zona más pobre de la capital.
Diario Basta! informó que en estos contratos no se aclaró a qué áreas fueron destinados los automotores, o el uso específico de estos; y por otro lado, el objeto social de la empresa es ambiguo y solo se constituyó para servir como “otros intermediarios de comercio al por mayor”, sin ofrecer datos adicionales.
También llamó la atención que mientras Judith Vanegas estuvo a cargo, pagó los trajes de sus funcionarios con recursos públicos, cosa que hizo al contratar para ello a Luis Efrén Bocanegra Romero, quien habría proveído esta ropa por un millón 87 mil 430 pesos.
A los anteriores casos se suma que cuando ella llegó al cargo, aparentemente buscó rescatar varios proyectos de la anterior administración, pero, resultó que los primeros trabajos de obra pública que ordenó habrían tenido deficiencias, específicamente en gimnasios y escuelas de educación preescolar, por lo que el Órgano Interno de Control (OIC) de la demarcación investigó el uso irregular de 14.4 millones de pesos durante el primer trimestre de la morenista.
Las irregularidades consistieron en que según detectó el OIC, esa cantidad de dinero se pagó por obras que no se ejecutaron o trabajos que no fueron justificados. Ya entrado Víctor Vanegas en el cargo, la alcaldía Milpa Alta derrochó 26.4 millones de pesos por conceptos de artículos de oficina y asesorías, lo que representó un gasto mayor a lo destinado para la entrega de apoyos alimentarios, por los que pagó poco más de 14 millones.
A pesar de haberse reservado estos 14 millones de pesos en ayudas sociales, según los Indicadores de Resultados que tiene reportados Milpa Alta, en los rubros de “avance en apoyos entregados para mejorar la alimentación”, y “estudiantes que recibieron un apoyo económico”, las cifras son de cero.
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