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Antes de la liga profesional en México, había una época amateur del futbol mexicano, en donde Horacio Casarín encabezó a las figuras
ERNESTO CASTELLANOS GALVÁN
GRUPO CANTÓN
Hay una larga etapa del futbol mexicano de la que poco se habla. Una etapa romántica de nuestro balompié, el deporte nacional, que duró 40 años. Nos referimos a la época amateur que sucedió de 1902 hasta 1943, tiempo en el que los aficionados mexicanos vieron aparecer grandes jugadores, tan buenos como los de la actualidad, y grandes equipos que dejaron su huella para siempre.
Eran los tiempos en los que el futbolista era considerado como amateur, pero en la realidad siempre hubo empresas que les otorgaban dinero por practicar el deporte nacional, y mantener viva la Liga de México.
En aquel 1902, hace ya 122 años, la liga comenzó con cinco equipos: Orizaba, Pachuca, Reforma, México Criquet Club y British Club.
EL ESPAÑA, EL MAS GRANDE
De esos tiempos el mejor equipo fue el España, que ganó diez títulos de liga. Lo siguieron el Reforma con seis, América y Necaxa con cuatro, Pachuca con tres, Asturias, Marte y Atlante con dos, y con un campeonato Orizaba, México Criquet Club, British Club y Club México.
El primer campeón en la temporada 1902-1903 fue el Orizaba que se impuso en la final al Reforma, pero en la temporada 1913-1914 surgió el que sería el gran monarca de esa etapa, el España.
Mencionar grandes sucesos y anécdotas de esa etapa de cuatro décadas de nuestro futbol nos llevaría a escribir varios libros, y quizá se quedarían fuera muchas cosas.
Por ejemplo, el América fue campeón durante cuatro años consecutivos, de 1924 a 1928, y quizá el jugador más importante del equipo de toda su historia lo fue Rafael Garza Gutiérrez “Récord”. El participó en la fundación del equipo en 1916, fue base del equipo como defensa central, llegó a jugar en la Selección mexicana, y posteriormente fue entrenador de los azulcremas y después de la Selección Nacional. En 1930 con el América se organizó una gira a Guatemala, la primera de un equipo mexicano, y en el viaje que se hizo por tren uno de los jugadores, el “Doctor” Garcés escribió e inventó lo que sería el grito de guerra más famoso de nuestro balompié: la porra del Siquitum.
De esa larga época, se pueden resaltar a grandes jugadores que escribieron páginas de oro: José Manuel “Charro” Moreno, argentino considerado el mejor jugador del mundo, y quien formó para el España.
De Moreno hay una anécdota: le gustaba la vida nocturna, y en 1945 asistió a uno de sus cabarets consentidos, y comenzó a cortejar a una dama que ahí trabajaba. Lo malo es que esa chica también tenía un romance con un señor con el que Moreno se hizo de palabras, salieron a la calle y se golpearon con todo. El adversario de Moreno era nada menos que un boxeador, Luis Villanueva, mejor conocido como “Kid Azteca”, quizá el mejor welter que ha dado México. Dicen que la pelea terminó empatada.
De los mexicanos, quizá el ídolo más grande fue Horacio Casarín, nacido en la Colonia Roma. Casarín fue adorado por los aficionados. Jugó para el Necaxa y después para el Atlante.
El 26 de marzo de 1939 se enfrentaron en juego virtual por el título el Necaxa y el local Asturias. Con el estadio lleno con 25 mil aficionados de pie y 18 mil sentados hubo una jugada en la que Carlos Laviada del Asturias fauleó de fea manera a Casarín. Los ánimos en la tribuna ya estaban caldeados, y eso fue la gota que derramó el vaso. Comenzaron las broncas entre el público, y comenzaron a incendiar el estadio que era de madera. Todo por el foul a Casarín. Las llamas consumieron el parque, que estaba localizado sobre Paseo de la Reforma, entre lo que hoy está la glorieta de La Palma y la avenida Insurgentes. En 1963 fue demolido totalmente. El árbitro de ese partido fue el inolvidable Fernando Marcos.
Grandes jugadores de esos tiempos que jugaron esa época fueron Isidro Lángara, “Trompo” Carreño, “Pichojos” Pérez, Julio Lores, “Récord”, Irraragori, Regueiro, Negro Frank, “Camión” Hernández, Pipiolo Estrada, Oscar Bonfiglio, Toño Aspiri, Nacho “Calavera” Avila, Tomás “Poeta” Lozano, Marcial “Chato” Ortiz y tantos más.
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Clubes formaron la liga amateur en aquel 1902: Orizaba, Pachuca, Reforma, México Criquet Club y British Club.
EL MEJOR
El club España, se convirtió en el equipo más grande del futbol mexicano, al conquistar 10 títulos de liga.