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Por Eduardo Camacho
-Una condena que apoya el pueblo de México, pero que no quede ahí: falta que el fiscal Brian Cogan llame a declarar a Calderón, porque eso de que ni lo vio ni lo oyó, no se lo cree -parafraseando a García Márquez- ni la cándida Margarita del borracho desalmado.
Ricardo Anaya recalcó que Genaro no merece ningún respeto y “que se defienda solo”.
-Tampoco su solapador expresidente, a todas luces cómplice del enriquecimiento de Genarco al permitirle despejar las pistas del AICM y otros aeropuertos al Cártel de Sinaloa-Pacífico. ¿O de dónde sale tanto dinero para radicar en Madrid, si tan sólo una estancia de 8 días cuesta más de 50 mil pesos con el boleto de avión incluido?
INE declaró formalmente la desaparición del PRD.
-Ángel Ávila, al recibir el dictamen, dijo que es un día de luto para la democracia, pero en vez de un minuto de silencio se impone una hora de aplausos porque al fin el pueblo se sacudió una rémora que no era izquierdista, sino traidora a sus orígenes por haberse aliado al Priankenstein y aceptar el papel de lacayo, del “vete por las tortas y los chescos”. Ahí están los funebres resultados.
La senadora panista María de Jesús Díaz pidió perdón por llamar “a linchar por pendejo al güey que no vote contra la reforma judicial”.
-Aunque esconda la mano ultraderecha tras lanzar una pedrada que la desnudó tal y como es, no tiene perdón de Dios y mucho menos del pueblo.
Según encuesta del Inegi, 6 de cada 10 mexicanos consideran corruptos a los jueces.
-Otra prueba mayoritaria de que urge la elección popular, y aunque porros del PJF intenten boicotear la toma de posesión de Claudia, no podrán.
Según sondeos, casi la mitad de los republicanos no aceptaría una derrota de Trump.
-Y Donald les pediría asaltar el Capitolio, la Casa Blanca, el Pentágono, el Madison Square, Las Vegas… para incendiar el país. Ah, y prepara un libro con fotos icónicas y la del “atentado” en la portada, pero falta el prólogo del “atacante”, el único que no sabía que iba a morir tras los disparos fallidos.
