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Por Sebastián Ramírez
No eran ni las 9 de la mañana y la plancha del Zócalo ya estaba llena. Cientos de miles habrían madrugado, habrían recorrido cientos de kilómetros, se habrían organizado para viajar en camión con compañeros y compañeras durante más de 20 horas desde sus estados para venir a escuchar el último informe de su presidente. Así ha sido por décadas la convocatoria de Andrés Manuel López Obrador a la que atienden tantas y tantos, así nos hemos encontrado en el Zócalo de todos los mexicanos en incontables ocasiones para defender las luchas del Pueblo, y ahora lo hicimos para escuchar la inmensa obra de regeneración nacional lograda durante estos 6 años.
En estas líneas hemos comentado sobre lo alcanzado para recuperar nuestras empresas nacionales, para potenciar el Sureste olvidado durante décadas de neoliberalismo, sobre los programas que han transformado la vida de millones de familias, sobre la atención a las causas que nos ha permitido como país reducir la violencia y la desigualdad, pero a unos días de que termine el primer gobierno de la Transformación, destaco el enorme logro de haber podido construir un auténtico gobierno del Pueblo, entre todos y desde abajo.
Nunca más podrán vendernos una oligarquía disfrazada de democracia. Somos un Pueblo informado, consciente, politizado y que se sabe dueño de su destino, y como dijo el presidente, si no quieren al Pueblo, van a tener que aprender a respetarlo. Somos afortunados por vivir un momento estelar en la historia nacional. El momento en que creamos una patria nueva y regeneramos nuestra vida pública de la mano del mejor presidente que ha conocido México en su historia moderna.
Este encuentro con el presidente fue muy especial. Nos encontramos por última vez con el hombre del pueblo en la gran plaza de la vida pública nacional. No puedo contar la cantidad de veces que allí nos encontramos con él para luchar por la democracia, para defender el petróleo y nuestra soberanía nacional. Este domingo fue la última vez. Es imposible no sentir una profunda nostalgia, AMLO ha sido parte de nuestra vida por más de 20 años. En unas cuantas semanas se cierra una etapa extraordinaria de la vida nacional, la que protagonizó Andrés Manuel López Obrador y no queda más que decirle: gracias, gracias, gracias por todo.
¡Hasta siempre, querido presidente!