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- Cambios profundos en obra pública, energía y programas sociales
- Impulsó la soberanía energética
- Finaliza con 8 millones menos en la pobreza
JUAN R. HERNÁNDEZ
Ciudad de México.- En 6 años de gobierno, el Jefe del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, logró lo impensable: romper con la espiral de pobreza, violencia y atraso qué dejaron 36 años de gobiernos neoliberales emanados del PRI y PAN.
El próximo 30 de septiembre, el mandatario entregará a Claudia Sheinbaum un país con una “economía moral”, basada en la austeridad republicana y el combate a la corrupción. Con 8 millones de mexicanos salieron de la pobreza junto con la reducción de la desigualdad, el presidente López Obrador concluye su mandato con un legado que será evaluado y debatido en los años por venir, con el cumplimiento de 100 promesas de gobierno y otros 100 compromisos más que han dejado una marca significativa en la historia reciente de México.
Estos logros abarcan diversas áreas, desde infraestructura y programas sociales hasta la política energética así como la lucha contra la corrupción.
Uno de los pilares de su administración fue el desarrollo de infraestructura, con proyectos como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Tren Maya, el Tren Interoceánico, y la Refinería Dos Bocas. El AIFA, inaugurado en 2022, fue presentado como una alternativa más económica al cancelado aeropuerto en Texcoco.
Aunque ha sido criticado por su conectividad y capacidad para atraer vuelos, el gobierno destacó su construcción por debajo del presupuesto inicial. Al cierre de 2024, 489 mil pasajeros habían utilizado el AIFA.
El Tren Maya y Aeropuerto de Tulum, son dos megaobras en el sureste de México, ha sido uno de los proyectos insignia de su administración, con la promesa de transformar la dinámica económica de la región. Programado para concluir en diciembre de 2024, se espera que transporte a 340 mil pasajeros al año y 489 mil viajeros han usado del Aeropuerto de Tulum.
El Tren Interoceánico, otra obra clave, conectará los océanos Atlántico y Pacífico a través del Istmo de Tehuantepec. Con más de 1,200 kilómetros de vías férreas, este proyecto no solo busca facilitar el transporte de carga, sino también integrar a las redes ferroviarias de Norteamérica y Centroamérica, impulsando el comercio internacional.
La Refinería Dos Bocas, en Tabasco, es otro proyecto central en la estrategia de autosuficiencia energética. Aunque su operación plena se espera para 2024, esta refinería tiene como objetivo reducir la dependencia de las importaciones de combustibles, un paso crítico hacia la soberanía energética de México.
En el ámbito de los programas sociales, López Obrador priorizó la expansión de la Pensión Universal para Adultos Mayores, incluyendo a personas desde los 65 años y aumentando significativamente el monto de la pensión. Este apoyo ha mejorado la calidad de vida de millones de personas mayores en el país.
Además, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, dirigido a las juventudes que no estudian ni trabajan, les ofrece una beca y capacitación laboral; en esta administración se otorgaron 120 millones de apoyos a este sector. Aunque la iniciativa ha enfrentado críticas por la continuidad y calidad de la capacitación, ha sido un esfuerzo importante para reducir el desempleo juvenil.
El aumento del salario mínimo fue otro de los logros destacados, con un incremento del 114% durante el sexenio, una medida que buscó reducir la desigualdad y apoyar a los hogares con ingresos más bajos, y con la 4T se han creado anualmente 400 mil nuevos empleos.
La administración también se enfocó en la lucha contra la corrupción, con una política de austeridad republicana que incluyó la reducción de salarios de altos funcionarios, la eliminación de pensiones a expresidentes y la restricción del gasto en lujos gubernamentales. Estos esfuerzos, aunque simbólicamente poderosos, han tenido un impacto limitado en la erradicación de la corrupción estructural en el país.
En el área de la política energética, el rescate de Pemex y la CFE fue una prioridad para López Obrador, quien buscó fortalecer las empresas estatales y garantizar la soberanía energética.
Sin embargo, ambos gigantes estatales continúan enfrentando retos financieros y operativos significativos, lo que pone en duda la sostenibilidad de esta estrategia.
Aunque no logró aprobar una reforma constitucional en materia energética, por el freno de la SCJN, AMLO impulsó políticas que favorecen a las empresas públicas sobre las privadas en el sector, generando tensiones con inversionistas y organismos internacionales.
En cuanto a la educación y la salud, el gobierno de AMLO revirtió la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto, buscando mejorar las condiciones laborales de los maestros y promover una educación más equitativa.
En el sector salud, creo el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), se rehabilitaron 11 mil centros de salud, hospitales y Centros médicos de tercer nivel , se adquirieron más de 100 millones de vacunas contra el COVID-19 y se incorporó a servicios de salud a 30 millones de personas.
En el ámbito de las relaciones exteriores, la política migratoria fue un tema central, con una estrategia de contención migratoria bajo presión de Estados Unidos. Aunque criticada por organizaciones de derechos humanos, esta política evitó sanciones comerciales y fortaleció la relación bilateral con Estados Unidos.
Además, la administración buscó fortalecer los lazos con países de América Latina y el Caribe, promoviendo una política exterior basada en la no intervención y la solidaridad, aunque con resultados limitados en la integración regional.
Finalmente, en materia de seguridad, la creación de la Guardia Nacional fue una de las principales iniciativas para combatir la imperante violencia que le heredaron los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
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