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No se resuelve el conflicto entre Catalina Monreal y Alessandra Rojo de la Vega; ambas presentaron iniciativas similares para la población
Omar Montalvo
Ciudad de México. – A escasas semanas de que inicien las nuevas administraciones en las alcaldías, la disputa por la Cuauhtémoc aún no termina entre Catalina Monreal, hija del futuro líder morenista en la Cámara de Diputados y Alessandra Rojo de la Vega, abanderada por los partidos PRI, PAN y PRD que ha llegado con el discurso del feminismo. Esto ocurre debido a que, el Tribunal Electoral local (TECDMX), aún no da un veredicto final a las impugnaciones.
Rojo de la Vega señala que en el TECDMX existe la intención de declarar violencia política de género para anular su victoria en las urnas y así mantener el poder de la familia Monreal en Cuauhtémoc. La opositora llegó con una bandera de activistas a favor del feminismo y derechos de la infancia, por encima de su trayectoria como colaboradora del PAN y PRI.
El dominio de Ricardo Monreal se afianzó cuando ganó la demarcación en el periodo 2015-2018. En 2018-2021 gobernó uno de sus colaboradores cercanos, Néstor Núñez, y para el trienio 2021-2024 promovió en la oposición desde el PRD a Sandra Cuevas, quien también ha dado a conocer que llegó por acuerdos de Monreal, por lo que no ha existido una alternancia de poder.
La lucha de los Monreal por la alcaldía impide que se termine de instalar el equipo de Rojo de la Vega, quien ya inició reuniones de trabajos para recibir la administración. En tanto, los planes de gobierno de Catalina y Alessandra coinciden en varios puntos debido a que se basaron en los deficientes resultados causados por la ex alcaldesa Sandra Cuevas y su suplente Raúl Ortega.
Respecto a la seguridad, como uno de las principales demandas en Cuauhtémoc, Alessandra propone implementar Blindar Cuauhtémoc y atender los servicios públicos que inciden en la percepción de riesgo como la iluminación y cuidado de espacios públicos; Monreal Pérez ha declarado que busca “más y mejor policía”, habilitar los espacios públicos y atender el alumbrado.
En la propuesta de género de ambas, la morenista señala combinar ámbitos de seguridad, infraestructura pública, además de programas educativos y talleres culturales; la opositora hace el distintivo de implementar los puntos violetas, pero también incluye cursos para el desarrollo personal.
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