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Por Ana E. Rosete
Luis Mendoza, alcalde electo en Benito Juárez, tendrá que labrar un camino hacia la armonía gubernamental con Clara Brugada, próxima jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
El panista ha sabido manejarse en el ámbito político y se construyó desde abajo, para hoy poder gobernar la alcaldía más blanquiazul de la capital del país. Tiene un gran reto, que es limpiar el mote de “Cártel Inmobiliario” en la demarcación, para dar paso a un nuevo gobierno. Si bien con las bases del PAN, con nuevos aires, tiene que limpiar la casa para entrar con el pie derecho.
Como habitante de la Benito Juárez consideró que hay muchas cosas por hacer, pero también me queda claro que no será de la noche a la mañana.
A título personal, considero que primero se debe construir una ruta de paz y tranquilidad con gobierno central, porque al final los vecinos de la demarcación ocupamos de ambos para que nuestra Benito Juárez sea la alcaldía que merecemos. Los servicios urbanos deben ser una prioridad, los parques para las infancias, los deportivos para las juventudes, las luminarias, las podas, los desazolves.
Mendoza, además, debe hacer un corte de caja no de la administración de Santiago Taboada, sino de Jaime Mata. Este hombre ocupó a la Benito Juárez como su mina de oro; exprimió todo lo que pudo de las arcas, y se irá con más dinero que muchos que han pasado por ahí.
Jaime Mata es sinónimo de cinismo, egocentrismo, corrupción y “valemadrismo”, que quienes vivimos ahí preferimos el “malo conocido que bueno por conocer”, porque el hombre ni hizo las cosas bien y al menos antes estábamos “un poco menos peor”.
Vienen los tres años de la reivindicación; de sanar muchas cosas en la alcaldía; de frenar obras y no permitir otras; de clausurar lugares de giros negros y otros que solo son fachada para el lavado de dinero. Va más allá de un partido político.
En la alcaldía necesitamos que nos den lo prometido y Mendoza tiene tres años para hacer las cosas bien. Por algo la gente lo puso ahí, queda claro. Ganó las elecciones con una diferencia abismal, pero ahora le toca demostrar de qué madera está hecho y entender que la oposición está debilitada. Aunque no por eso no se deben hacer las cosas como se deben.
