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Por Eduardo López Betancourt
El conflicto relacionado con el paro del Poder Judicial Federal, muestra varias aristas.
El Embajador estadounidense, Ken Salazar, precisó que la Reforma Judicial pone en riesgo la democracia mexicana, ya que, el Poder Judicial debe de ser autónomo para su correcto funcionamiento; amenaza la integración de México, Estados Unidos y Canadá; y, beneficia al crimen organizado, donde los cárteles “impondrán jueces a modo”. Sin duda, son puntos de vista sumamente drásticos.
Por su parte, Graeme C. Clark, Embajador de Canadá en México, continuando los lineamientos de su homólogo americano, insistió en que la elección de jueces no es una buena medida para crear confianza en los mercados internacionales y definitivamente habrá gran temor de invertir en México, con un sistema jurídicamente impredecible.
Al respecto, la Presidenta Electa, Claudia Sheinbaum Pardo, respondió a ambos diplomáticos que no debe temerse, en 43 estados de la Unión Americana, se elige a los jueces por voto directo, siendo el caso de que no habrá duda para garantizar las inversiones en nuestro territorio y, sobre lo dicho por Salazar, expresó que no ha leído la Reforma completa, pero que ella se encargará de hacerle llegar los artículos, en los cuales se garantiza plenamente la estabilidad democrática del País.
El Senador, Ricardo Monreal, fue enfático al declarar que no hay riesgo para la democracia mexicana; por otro lado, señaló que no se permitirá la injerencia de otras naciones en temas relativos a nuestros asuntos internos. Algo que resultó novedoso, es que la Dra. Sheinbaum, puntualizó que los actuales jueces pueden postularse para las futuras elecciones, afirmando que, si tienen un curriculum extraordinario, la gente votará por ellos.
Sin duda el tema se ubica en el “ojo del huracán” y seguirán opiniones cada vez más intensas, las cuales deseamos mantengan un cause adecuado y constructivo.
