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Mauricio Tabe es cliente frecuente de esta columna, no es que a la escribana le caiga mal, pero él no se ayuda.
Mire usted querido lector que cuando el panista lideró el instituto político en la capital del país esta chismosa consideraba su labor buena y decorosa, sin embargo, ahora la gente dice que es un “asco” y aquí no se contradice a nadie.
Ahora verá, como últimamente los vecinos de la Miguel Hidalgo se la han pasado en puro reclamo contra el edil, éste optó por llevarse a paleros a sus eventos.
Esta columnista le va explicar lo que sucede, la concejal del PRI, Altagracia Méndez, le presta al edil su gente para que salgan en las fotos como si fueran habitantes de la alcaldía, así se evita la confrontación con quienes habitan en la demarcación.
La famosa Patricia Chávez mejor conocida como Piti, secretaria y todóloga de Méndez, sale en primera plana con el panista; es de señalar que la mujer es uno de los folios de nómina 8 que le dieron a la priista por su labor en la alcaldía.
El único que se niega a participar en dicho numerito es Daniel Blas, abogado y asesor de la concejal que no se presta a las ridiculeces que la mujer pide, como cuando vistió a su equipo de Reyes Magos y por eso algunos le votaron el trabajo.
Pero ahí no para la cosa, Mauricio va de mal en peor. Destinó junto con Bernardo O’farril, director ejecutivo de Planeación y Desarrollo Urbano en la demarcación, nada más y nada menos que 7 millones de pesos en la intervención de un cruce en Polanco.
Las obras constaron en realizar un mural en el piso con los colores de la alcaldía (rosa, amarillo y azul) en el cruce de Aristóteles, Newton y Emilio Castelar.
¡Hágame usted el favor! A parte de que es de prueba para ver cómo lo aceptan los vecinos, al fin que los programas sociales de Manos a la Olla y Pa’ las Jefas, puede esperar… ya se enteró es Lengua Larga Que los tienen detenidos y que no han dado el dinero.
Y no es que uno quiera meter hilo para sacar hebra, pero el concejal del PRD, Oscar Munguía, se le fue duro y a la yugular durante la sesión de la Comisión de Desarrollo Urbano, Obras y Movilidad que preside la concejal panista, Darién Pizaña, ya usted la recordará de columnas pasadas.
El concejal perredista no falta a ninguna sesión de la que es integrante pues no pierde la oportunidad de recalcar el mal servidor público que es O’farril, como si él en su equipo tuviera puro miembro “leído y escribido”.
Na más hay que recordar que tiene una que lleva chamanes y otra que predica con la palabra de Cristo.