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Por Eduardo López Betancourt
Dos importantes entidades del País se encuentran gobernadas por Movimiento Ciudadano (MC); bien sabemos que este partido es propiedad de Dante Delgado, un personaje de la política mexicana desde hace muchos ayeres y poseedor, como suele pasar, de defectos y cualidades.
Dante, recientemente mostró de manera inexplicable su sentido “amargo” de hacer política, lo que para algunos es acomodaticio, dado que, propuso un candidato presidencial sin mayor deseo que el de crear confusión en los electores. Al final, MC sirve para que algunos políticos que provienen de otras agrupaciones, se mantengan en la grilla y el reparto de cargos públicos. ¿Cuál es la ideología de Movimiento Ciudadano? ¿Será de derecha o de izquierda?; su ideología es la ambición y servir a intereses personales del propio Dante Delgado. Lamentablemente la vida política de México es de condiciones primitivas, ajenas a la seriedad.
Volviendo a los Estados gobernados por el partido de Dante, recientemente el Presidente López Obrador y la Presidenta Electa, Claudia Sheinbaum, acudieron a esos territorios y lo sorprendente, tanto Enrique Alfaro, de Jalisco, como Samuel García, de Nuevo León, fueron abucheados y ofendidos, mostrando el repudio de que son objeto. En Jalisco volvió a triunfar Movimiento Ciudadano, ahora será Gobernador, Pablo Lemus; por lo que hace a Nuevo León, continuará un personaje suigéneris, como lo es Samuel García, ajeno a las formas y más dado a conductas chacoteras.
Analizando el caso de MC y del abucheo hacia Enrique Alfaro y Samuel García, se hace indispensable reflexionar en que el aspecto ideológico debe tomar un sentido prioritario en la política mexicana. Todos los partidos están obligados a que se conozca su plataforma, sus planes y cuál será su comportamiento para el caso de triunfar, de esta manera, la educación cívica debe tener un amplio espacio en los ámbitos escolares, para no caer en el absurdo de votar por un partido solo por usar un tema pegajoso.