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Por Verenice Téllez
La oposición ha cuestionado hasta el cansancio el tema de la asignación de los espacios legislativos, sin embargo, poco han mencionado respecto a los integrantes de sus fracciones parlamentarias tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados y es que pareciera que prefieren pasar de bajo perfil el tema de que Ricardo Anaya formará parte de la bancada panista en el Senado.
El controvertido personaje está a un paso de ser Senador de la República y no ha dicho esta boca es mía, su presunto vínculo con el caso de sobornos para la aprobación de la Reforma Energética durante el periodo de Peña Nieto, el Partido Acción Nacional (PAN) ha peleado con uñas y dientes los escaños de representación proporcional e insiste en el argumento de la “sobrerrepresentación, espacios que serán ocupados por personajes que evaden la justicia y que sin someterse a una elección popular obtendrán el tan importante fuero con la finalidad de escurrirse de cualquier acción penal en su contra.
Dentro de las discusiones respecto al paquete de Reformas Constitucionales que planteó el presidente Andrés Manuel López Obrador está considerada la Reforma Electoral y la eliminación de espacios plurinominales, así como la reducción de presupuesto destinado a los partidos políticos.
El caso del señor Ricardo Anaya es un claro ejemplo de cómo es que los integrantes del viejo régimen persiguen el fuero y no una representación ciudadana en beneficio de los mexicanos.
Anaya no hizo campaña y se limitó a enviar mensajes a través de sus redes sociales desde el extranjero, evitando dar la cara ante los cuestionamientos respecto a la aprobación de las llamadas “Reformas Estructurales” que pisotearon los derechos del pueblo mexicano y que contrariamente como “legislador representante del pueblo” favoreció a importantes capitales extranjeros. La pregunta es ¿Acción Nacional tiene calidad moral para pedir el respaldo del pueblo? Es evidente que su preocupación por ocupar los espacios de poder está estrechamente ligada a intereses personales y grupos alejados totalmente del beneficio de la mayoría de los mexicanos.
