281 lecturas
El paro (ilegal) y solo de una parte de los trabajadores del Poder Judicial que con goce de sueldo han decidido manifestarse en las calles del país, no logra permear en la ciudadanía, todo lo contrario, hasta en la población que no es afín al obradorismo; el disparo en el pie que se ha dado Norma Piña y la Asociación Nacional de Magistrados y Jueces del Poder Judicial de la Federación (JUFED) y que según la ministra Lenia Batres no es compartido con el sindicato, solo muestra con claridad lo mucho que deben explicar las cúpulas a la ciudadanía.
A diario, los afectados en sus procesos, denuncias y alegatos, se enfrentan a las puertas cerradas de los miembros no sindicalizados y grupos familiares que ahora esgrimen la “defensa de sus derechos”, ¿y los derechos del ciudadano, no importan?, ¿ante qué “jefe” se están manifestando?, el derecho de huelga, legítima conquista de los trabajadores es usado como ariete para presionar ¿a qué? A no someterse al voto popular, a la pérdida de privilegios, a que los títulos de “señoría” no sean patentes de corso para la impartición de justicia, a que sea desterrado el nepotismo, a que los ilegales fideicomisos sean transparentados y eliminados, a que los sueldos se ajusten a las leyes vigentes.
La Judicatura, presidida también por Norma Piña es además un contrasentido siendo juez y parte que impide que los funcionarios del PJ sean debidamente sancionados, lo más que se hace es “cambiarlos de territorio”.
Separados de la gente, ahora buscan en las calles el apoyo que ellos jamás les han dado, el pueblo es el primero que ha resultado afectado por decisiones como la Reforma Eléctrica o los procesos contra empresas extranjeras que han sido favorecidas en detrimento de nuestro territorio.
El judicial es el más corrupto de los poderes, ligado siempre al poder económico del que depende y defiende y que también le está “manifestando su apoyo”
Aquí no hay justicia ciega, ni justa, ni recta, sino un cúmulo de intereses económicos y políticos que defienden todavía el neoliberalismo.
Sin estas limpiezas de fondo jamás dejaremos de ser el país libre de la corrupción que deseamos y merecemos
Por cierto, ¿alguien ha visto a Norma Piña, Laynez o Pérez Dayan enarbolando una pancarta, o hasta en eso el clasismo también se manifiesta?
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez
