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CIUDAD DE MÉXICO.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX contabilizó 47 casos desde 2020; hombres, 70% de las víctimas
DANIEL ESCOBAR
Las alcaldías Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc e Iztapalapa concentran el mayor número de asaltos a los conductores con el llamado truco de la “llanta ponchada”, de acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
El presidente de dicho Consejo, Salvador Guerrero Chiprés, explicó que uno o varios delincuentes alertan al conductor sobre una supuesta falla en alguna de las llantas del vehículo y lo convencen de que se detenga. Sin embargo, al bajarse de la unidad la persona es asaltada.
En entrevista con Diario BASTA!, dio a conocer que desde el 2020 este organismo contabilizó 47 casos con este modus operandi, los cuales forman parte de los 111 detectados en los que se utilizó el vehículo de alguna víctima para cometer algún tipo de delito.
“El 57% de las víctimas es por alcance entre vehículos, mientras que el 42% por la supuesta llanta ponchada”, subrayó. Al respecto, precisó que en la mitad de los casos los delincuentes logran su cometido, y que la mayoría de los denunciantes son personas de edad avanzada.
Archivo
Guerrero Chiprés indicó que el 70% de las víctimas son hombres y que el 34% de las personas que reportan este tipo de asaltos tienen entre 46 y 60 años; 24%, más de 60, y el 22% de 31 a 45 años.
Asimismo, desglosó los asaltos cometidos. “En el 61% de los casos se exige dinero en efectivo, mientras que en el 6% es dinero electrónico. En la mitad de los casos, se consuma el fraude y la otra mitad queda en tentativa”.
Recientemente, en las redes sociales se viralizó un video en el que una mujer le cuenta a su esposo que estuvo a punto de caer en la estafa de la “llanta ponchada”, cuando manejaba por Anillo Periférico, en la zona del municipio de Naucalpan, en el Estado de México.
Según el relato, cuando conducía esa vialidad, una persona le dijo que su llanta tenía algo, pero que no hizo caso. Sin embargo, unos 100 metros más adelante otra persona le señaló lo mismo, por lo que tomó la decisión de orillarse para revisar el neumático. Aunque inmediatamente un hombre se acercó para ofrecerle llevar el vehículo a un taller, prefirió rechazar el supuesto apoyo.
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