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Por Eduardo López Betancourt
Después de la renuncia de Joe Biden, para un segundo periodo presidencial, se dio paso a la candidatura de Kamala Harris, actual Vicepresidenta.
Biden mostró inconsistencias, fallas en su comportamiento, descuidos en sus expresiones y una senectud preocupante, así, la prudencia le obligó a retirarse, provocando por momentos el temor de los demócratas; todo parecía indicar que Donald Trump, candidato republicano, lograría un triunfo aplastante, pero, de manera sorprendente, Kamala Harris, cada vez más alcanza preferencia.
Recientemente se celebró la Convención Nacional Demócrata, partido cuyo escudo es un burro color azul con rojo. Durante el evento, destacó el discurso de Joe Biden, en el cual precisó que se “sacrificaba” porque su amor por Estados Unidos era superior a sus ambiciones personales; por su parte, Kamala Harris estuvo acompañada de los históricos y grandes personajes del partido. En la citada Convención se hicieron pronunciamientos importantes, bajo la sombra de que particularmente los demócratas apoyan a Ucrania en su guerra fratricida contra Rusia; de igual manera, muestran su respaldo a Israel, quienes han masacrado al pueblo palestino, tema que mantendrá un papel relevante, ya que, inclusive a las afueras de la Convención, manifestantes expresaron su repudio al conflicto que enfrenta Gaza; al respecto, Antony John Blinken, Secretario del Estado Norteamericano, busca afanosamente el cese a la guerra de Medio Oriente, lo cual, de lograrse, será favorable a las pretensiones demócratas de mantenerse en el poder.
Sin duda, Trump goza de cierta preferencia, sustentada en su mandato, donde apoyó la economía interna y se opuso a las guerras.
Faltan pocas semanas para saber quién triunfará, Kamala Harris o Donald Trump. Por lo anterior, se espera una feroz disputa para conquistar al electorado estadounidense.