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Por Ricardo Sevilla
Ayer, el presidente López Obrador celebró a los migrantes mexicanos, a quienes, en varias ocasiones, ha descrito como “héroes vivientes”.
Durante un emotivo homenaje donde hubo cantos y bailes regionales, AMLO agradeció la (enorme) contribución de los migrantes, hombres y mujeres, al desarrollo de nuestro país.
Desde temprano, hubo muchas personas que se dieron cita afuera de Palacio Nacional.
Querían agradecer al presidente ese gesto tan emotivo.
El corazón de los migrantes comenzó a inflamarse de emoción. Y no era para menos.
Hasta el día de ayer, ningún presidente, antes de López Obrador, había reconocido al pueblo migrante.
Por ejemplo, Ada Omaña Márquez, una migrante radicada en Nueva York, vino hasta la CDMX para expresar su tristeza por el fin de su sexenio de López Obrador.
“México nunca había habido un presidente como él”, aseguró.
En la derecha, los conservadores e hipócritas, siempre han criticado duramente a los migrantes. Dicen que su éxito fuera de México no está relacionado con el gobierno de AMLO.
Insensibles y burdos, como son, se les olvida que la migración, en la mayoría de los casos, no se da porque la gente así lo quiera.
Las razones para migrar son complejas y eso incluye, desde luego, factores económicos, políticos y hasta ambientales.
Pero en la derecha, donde abundan los tontos y los ciegos, no lo ven ni lo analizan.
Los comentócratas pasan por alto que la mayoría de los migrantes no salieron de México en este sexenio, sino durante el periodo neoliberal.
Eso, por un lado. Y, por otra parte, nuestros compatriotas se vieron obligados a salir para buscar mejores oportunidades laborales y huyendo de la precariedad.
Oportunidades que les negó el neoliberalismo.
Es importante decir que, durante el sexenio de López Obrador, la percepción de los migrantes en México ha experimentado cambios significativos.
Inicialmente, AMLO ha promovido un enfoque humanista hacia la migración. De ahí que, durante toda su administración, haya hecho énfasis en los derechos humanos.
Y yo celebro que, en lugar de criminalizar a nuestros compatriotas, se estén buscando alternativas para ayudarlos.
