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Judith V. prometió evitar el crecimiento de asentamientos humanos irregulares, sin embargo, en dos años se registró un aumento de 69
Héctor Quezada
Ciudad de México.- En Milpa Alta, pese a que existen más de 28 mil hectáreas de Suelo de Conservación, la administración encabezada por los hermanos Vanegas olvidaron por completo las acciones para su preservación, pues en tres años solo se asignaron 15.4 millones de pesos el cuidado del ambiente, además, los Asentamientos Humanos Irregulares (AHI) crecieron notablemente en la alcaldía sin una intervención clara por parte de las autoridades.
De acuerdo con datos del Censo Nacional de Gobiernos Municipales del INEGI, en Milpa Alta, hasta 2022 existían 191 asentamientos humanos irregulares, mismos que la exalcaldesa, Judith Vanegas, prometió atender, sin embargo, durante su administración estos se extendieron en el suelo de conservación de la demarcación, el cual, representa el 32% del total en la Ciudad de México.
Además, con el propósito de conservar estas áreas naturales, la administración de la morenista otorgó, en los últimos tres años, poco más de 2.1 mdp, enfocados en el suelo de conservación, cantidad que serviría para realizar al menos 253 acciones, entre ellas, el trabajo de chaponeo en barrancas, brechas cortafuegos, recorridos de vigilancia, etcétera.
Sin embargo, pese a que se presumieron estas acciones, los resultados no fueron exhibidos por la administración; asimismo, la alcaldía, en 2022, destinó 13.3 mdp más en acciones de protección, conservación y restauración de recursos naturales, donde, nuevamente, no se mostraron los resultados por estas acciones.
PROMESAS INCUMPLIDAS
Cuando Judith Vanegas asumió el cargo como alcaldesa en 2021, prometió que no se acrecentarían los asentamientos irregulares, no obstante, en dos años, de 122 registrados en 2020, se pasa-ron a 191, lo que evidenció la desatención de la ex edil.
De igual manera, el último Atlas de Riesgo de la alcaldía se realizó en 2018, no obstante, se presume que al menos 76 asentamientos corren el riesgo de deslave, incendios, inundaciones o hundimientos, sin que la actual administración haya realizado los estudios para reducir el riesgo.
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