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Las asociaciones civiles surgen como donatarias autorizadas con un buen propósito, el de permitir que la sociedad se agrupara en sectores específicos para ayudar a los procesos sociales, en ayuda a bancos de alimentos, búsqueda de personas y en general al apoyo de las comunidades, sin embargo y como en toda o casi toda acción social, el hecho de estar exentos de impuestos y poder facturar a empresas y personas físicas contaminó el origen del proyecto de apoyo social para convertirse, principalmente durante el sexenio de Vicente Fox, en herramientas de apoyo político y ahora mismo en entidades casi partidistas con la abierta intervención de la USAID y el gobierno norteamericano a entidades como Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.
El carácter injerencista del vecino del norte, avalando un golpeteo político no puede quedar en la oscuridad y es por ello que Pablo Gómez dio a conocer la lista de empresas por las que esta ONG, comandada por María Amparo Casar y Claudio Xavier González; el gobierno norteamericano negó que financiara proyectos golpistas o injerencistas en nuestro país, sin embargo, para nadie pasó indiferente que a partir de 2018, la figura de Claudio X estuvo presente en todos los proyectos de la oposición; el mismo se declaró “activista”, pero daba órdenes y organizaba todas las manifestaciones del frente derechista. El financiamiento otorgado a nivel internacional debe ser exhibido, cuestionado y sancionado ya que es la soberanía la que resulta comprometida con ello.
El fenómeno injerencista no es nuevo ni único, funciona de Estados Unidos para todo el mundo, bajo el mismo esquema y modelo, la intervención política vía la trampa de ayuda a la sociedad civil. Un país colonialista que se niega a perder territorios. Perú, Georgia, Bolivia, Cuba, y muchos otros países se han quejado de la injerencia norteamericana.
Volviendo al tema Mexicanos Contra la Corrupción, los periodistas se han quejado en redes al ser exhibidos sus nombres y sueldos, periodistas de investigación. ¿Acaso no sabían para quien trabajaban?, ¿desconocían la fuente de financiamiento de dicha “organización sin fines de lucro?”
Y finalmente, el esquema cuestionable de “financiamiento”, con la exención de impuestos, terminamos, irónicamente pagándolo tu y yo. Negocio redondo.
Ana maría Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez