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Por Sebastián Ramírez Mendoza
Lo que se dio a conocer en la mañanera de ayer por el titular de la UIF, Pablo Gómez sobre la organización de Claudio X González “Mexicanos contra la Corrupción” no solo es escandaloso, sino que termina por comprobar lo que durante años se ha dicho: no es más que un proyecto de la oligarquía para golpetear a la Transformación. Lo peor es que quisieron hacerle creer a la gente que una campaña en defensa de los privilegios era periodismo de investigación.
Además de donativos millonarios de empresas como Grupo México, Laboratorios Pisa, el despacho de Santiago Creel, Alsea, entre otras, la organización de Claudio X ha recibido más de 96 millones 740 mil pesos de la Embajada de Estados Unidos en México a través de USAID.
Lejos de combatir la corrupción en México, este grupo ha servido durante este sexenio a los intereses de la derecha, especialmente para oponerse legalmente a cada proyecto de la Cuarta Transformación, como su simulado litigio estratégico contra el Tren Maya que ya ha comenzado a reactivar la actividad económica y el progreso del sureste mexicano. Y por si no fuera poco, a pesar de su supuesta lucha contra la corrupción, su código de “ética” les permite a sus colaboradores y trabajadores recibir pagos y prebendas por parte de terceros por motivo de sus investigaciones, es decir, para hablar o callar sobre ciertos temas. Lo que convencionalmente conocemos como “chayote” o sobornos.
Queda claro que esta organización no tiene por motivo hacer periodismo de investigación, sino hacer política. Política de la clase más corrupta y conservadora con Claudio X González y María Amparo Casar al frente. Qué fortuna que hoy nuestra vida pública es cada vez más pública, que sus millonarios donativos se dan a conocer, y que el Pueblo ya no se deja engañar, ni mucho menos manipular.
