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El próximo alcalde de Álvaro Obregón, Javier López Casarín, enfrentará los reclamos vecinales y la nula inversión pública
Héctor Quezada
Ciudad de México.- Luego de que Javier López Casarín fuera designado alcalde electo de Álvaro Obregón, el morenista inició las reuniones de transición con la actual edil, Lía Limón, cuya administración heredará un aumento en la inseguridad, así como reclamos vecinales por la falta de atención a las colonias populares y nula inversión pública en la demarcación.
Según datos del Secretariado de Seguridad Pública, en el primer semestre de 2024, en la alcaldía panista se registró un repunte del 161% en feminicidios, homicidios culposos, asaltos a transeúntes, narcomenudeo y violencia familiar.
Este incremento en dichos delitos se dio a pesar de que Limón asignó más de 331.7 millones de pesos al rubro de seguridad. Incluso la Alcaldía Álvaro Obregón se ubicó en el tercer lugar en la CDMX en cuanto a homicidios, violencia familiar y robos. Por ese motivo, 6 de cada 10 habitantes de la demarcación manifestaron sentir temor de salir a las calles.
En Álvaro Obregón tendremos una transición ordenada en beneficio de las y los obregonenses, así lo acordé con alcaldesa en funciones, Lía Limón.
Hoy sostuvimos la 1a reunión de trabajo en la que se perfiló la ruta para conformar la Comisión de Transición, que por ley deberá… pic.twitter.com/8sNj9LUphG— Javier López Casarín 💥🚀 (@LopezCasarinJ) July 10, 2024
Sin embargo, con López Casarín al parecer no cambiará esa problemática. Ello porque intentará combatir los delitos de manera similar a la estrategia implementada por Limón, la cual resultó fallida. La propuesta del excandidato de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” es aumentar el número de policías, patrullas y luminarias.
FALTA DE OBRAS
Otro de los problemas que tendrá que asumir el gobierno de López Casarín es la falta de obras públicas, en las cuales Limón fue señalada de opacidad en los recursos asignados a éstas.
Y es que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó anomalías en las adquisiciones, arrendamientos y servicios durante 2022, por un monto de 129.9 millones de pesos, que representó la mayor cifra entre las alcaldías capitalinas y la segunda mayor cantidad a nivel nacional.
Del mismo modo, pese a que Limón presumió la rehabilitación de espacios públicos en 2023, la Auditoría Superior capitalina (ASCM) también detectó irregularidades en el destino de 100 millones de pesos, respecto a lo asignado y erogado en dichas obras. Además, la administración panista fue incapaz de justificar el gasto de 17.7 millones de pesos en la supervisión de la rehabilitación de espacios deportivos.
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