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El electo en Milpa Alta en su anterior gobierno permitió adquisiciones irregulares y arbitrarias por $28 millones
Omar Montalvo
Ciudad de México.- Ante la falta de nuevas figuras políticas en Milpa Alta, Octavio Rivero regresará a la alcaldía para gobernar en el periodo 2024-2027, pese a que en su trienio 2018-2021 fueron detectadas varias adquisiciones con irregularidades y aparentemente arbitrarias.
Rivero Villaseñor además de ser un político con una breve trayectoria política en el último año de su anterior gestión en Milpa Alta, fue investigado por la Auditoría Superior de la Ciudad de México (ASCM) por realizar adquisiciones que superan los 28 millones de pesos, ignorando los procedimientos legales para llevar a cabo los contratos.
En la revisión ASCM/84/21n se analizó una serie de contratos. Estos incluyeron dos millones de pesos correspondientes a material de limpieza, 5 millones 101 mil pesos de alimentos y bebidas, 4 millones 784 mil pesos de material eléctrico, 8 millones 690 mil pesos por accesorios y suministros médicos, además de 7 millones 743 mil pesos por vestuarios y uniformes.
Ya que, en el año fiscal 2021, Rivero Villaseñor se preparaba para dejar el gobierno de Milpa Alta y contender por una diputación local, dejó que su gobierno omitiera diversos procesos de contratación, entre ellos la ejecución de contratos sin la firma del titular de la alcaldía.
Ante la auditoría los funcionarios de Rivero presentaron oficios para justificar las adquisiciones “los cuales se hace constar la firma del titular del órgano político administrativo como presidente de dicho Comité; sin embargo, debió proporcionar las autorizaciones del titular” se indica en la revisión.
De esta manera la administración de Milpa Alta realizó adquisiciones sin los permisos necesarios como lo establece la Ley de Adquisiciones vigente. Incidentes así, ya habían ocurrido en el trienio 2015-2018, por los cuáles Octavio Rivero se comprometió a tener un gobierno que no cometa las mismas ilegalidades, situación que no ocurrió.
Actualmente el alcalde electo contendió por el cargo sin un programa definido de gobierno, ya que no presentó sus principales propuestas de forma específica y mucho menos sobre perspectiva de género, únicamente promovió el discurso de resolver las necesidades de la población.
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