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El alcalde de Coacalco ha aprovechado sus cargos públicos para hacerse de una fortuna inmobiliaria, además, colabora en empresas ligadas al crimen organizado
En Coacalco, David Sánchez Isidoro, es uno de los alcaldes peor evaluado en el territorio mexiquense, con una desaprobación por parte de 7 de cada 10 habitantes, esto en gran medida debido a su nula atención a las problemáticas sociales y a su fortuna inmobiliaria, misma que se adjudicó gracias a los múltiples cargos públicos ocupados durante su carrera.
Hasta 2021, Sánchez Isidoro poseía nueve inmuebles con un valor acumulado de 20.6 millones de pesos, mismos que fueron adquiridos durante sus dos administraciones como alcalde, entre 2006 y 2009, así como de 2013 a 2015, además de ser diputado local, de 2009 a 2012, y legislador federal, de 2015 a 2018.
Del mismo modo, el edil cuenta con participaciones en al menos tres empresas, las cuales, se dedican al desarrollo inmobiliario, la venta y distribución de hidrocarburos, donde colabora con exfuncionarios públicos, quienes han sido relacionados con grupos criminales.
NULA APROBACIÓN
Durante su gestión, el priísta ha permanecido reprobado por parte de los pobladores, inclusive, el ranking bimestral de Mitofsky, colocó a Sánchez Isidoro en el lugar 149 de los 150 ediles evaluados, pues cuenta con una desaprobación del 70.3%, solo superado por el edil de Tula, Francisco Guzmán.
Sin embargo, pese a estos nulos resultados, el priísta logró la victoria en los más recientes comicios, por lo que, con más de 70 mil votos, 5 mil sufragios más que los obtenidos por la morenista, Esther Rodríguez, continuará al frente del ayuntamiento por los próximos tres años.
Durante su reciente administración, la escasa obra pública fue una constante, pues los vecinos señalaron la falta de atención en el tema del bacheo, así como por la ausencia de seguridad y alumbrado público en el municipio, el cual, durante los últimos meses, se ha convertido en uno de los más violentos en el estado.
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