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Pago será para todos, pero legisladores se llevarán la mayor parte, además de su sueldo, recibirán gratificación por tres años de servicio y aguinaldo adelantado
Omar Montalvo
Durante este sexenio se implementaron políticas de austeridad, entre ellas la de disminuir sueldos y privilegios de los funcionarios públicos, pero el Congreso capitalino, desde que se aprobó el Presupuesto de Egresos de la Ciudad de México incluyó en el artículo 14 transitorio que se garantice una compensación especial al personal del órgano legislativo Francisco Saldaña, tesorero del Congreso capitalino.
Se precisó que la prestación incluye a diputados locales, personal de base, mandos medios y superiores, personal de honorarios, técnicos operativos de confianza y de limpieza, lo que equivale a 2 mil 688 trabajadores. Sin embargo, los 66 legisladores son quiénes recibirán una mayor cantidad de ingresos durante el próximo mes con un monto de al menos 221 mil pesos. La segunda legislatura 2021-2024 concluye el próximo 31 de agosto y desde mayo la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso aprobó un acuerdo para que se emitan los repartos de aguinaldos, prima vacacional y la “gratificación extraordinaria”.
El salario neto que tienen asegurado los legisladores es de 55 mil 609 pesos, a los cuáles se sumarán 96 mil pesos correspondientes al pago proporcional del aguinaldo y la “gratificación extraordinaria” equivalente a cerca de 70 mil pesos. Esta última dádiva será otorgada por adelantado el próximo 9 de agosto, incluso a los diputados faltistas.
El acuerdo para que los legisladores puedan acceder a estos pagos de manera rápida y sin contratiempos, a diferencia de los retrasos que han tenido para la revisión de asuntos legislativos y reformas, sesiones canceladas y pospuestas por la falta de quórum. Incluso debido a que se han retrasado las discusiones en el Congreso local, la mesa directiva propuso sancionar a los diputados que acumularan más faltas, pero la iniciativa no se ha concretado.
Esta falta de productividad en el Congreso capitalino fue analizada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en su último informe ABC de los Congresos y Auditorías, donde determinó que el Palacio de Donceles es uno de los más costosos del país, ya que cada diputado cuesta cerca de 25 millones de pesos al año, entre su salario, prestaciones, gratificaciones, personal e inmuebles a cargo.
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