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Maha Schekaibán es víctima no solo de su exesposo que le arrebató a sus 5 hijos, también lo es de un sistema judicial corrompido
Ana E. Rosete
La violencia vicaria se ha convertido en el pan nuestro de cada día; los hombres decidieron utilizar a sus hijos como armas en contra de sus parejas para someterlas, castigarlas y ejercer un dolor sobrenatural al separarlas de ellos.
Tal es el caso de Maha Schekaibán quien después de 18 años de maltrato físico, psicológico y emocional le pidió el divorcio a su entonces esposo, Bernardo Vogel; aquello no le cayó bien al hombre quien siempre ha tenido una conducta narcisista, agresiva y fue diagnósticado por el psiquiatra, Salomón Pustilnik, como un sociópata con trastorno de identidad.
Durante este tiempo ambos tuvieron 5 hijos, los cuales tiene de entre 13 y 6 años de edad, Maha lo dejó todo para materner de manera plena y completa; cosa que Bernardo no hizo, para el la paternidad se resumía en ser proveedor (a medias), a estar ausente de casa y a maltratar a sus hijos si estos los contradecían en algo.
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Golpes, cinturonazos, jalones, malas palabras, descalificaciones e insultos son algunas de las cosas que Bernardo Vogel infringió en contra de sus pequeños vástagos; al único varón que tuvo con Maha lo sometió a una tortura emocional impensable, tenía prohibido si quiera pensar en llorar porque “eres hombre”.
Cuando Maha le pidió el divorcio en agosto del año pasado, Bernardo amenazó con quitarse la vida, según el no concebía la vida sin su compañera de 18 años, la manipuló para que ella se quedara pero aquello iba más allá de querer salvar su relación, el hombre comenzó un plan malévolo para castigar de la manera más atroz a Maha, con sus hijos.
Vogel se mudó a la recámara de los niños y comenzó con un sistema de alienación parental (manipular a los hijos contra el otro padre), de acuerdo con un psicólogo contactado por esta casa editorial, cuando el alienador es, además, su violentador ceden más rápido por miedo a una repercusión en su contra.
Todo se salió de control, las hijas más grandes de Maha comenzaron a agredirla, al inicio sólo fueron desplantes y desdenes con palabras, hasta llegar a los golpes, jalones, pisotones.
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La mujer estaba viviendo un infierno hasta que en febrero de este año Vogel, tras haber desembolsado una cuantiosa suma de dinero, logró que personal del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) sacarán a sus 5 hijos de casa de Maha, mediante un supuesto operativo encabezado por, Guadalupe Isela Cayetano, que consistió en que las dos hijas grandes bajaran a sus hermanos para irse con los del DIF.
Así, sin protocolos, sin medidas, sin un esquema de seguridad. Desde ese día Maha no ve a sus hijos; estos fueron trasladados a la Agencia desconcentrada número 59 donde pernoctaron 2 días debido a que Vogel no contó con que la corrupción a la que había recurrido no estaba de su parte, los encargados del DIF y de este sitio lo único que querían era dinero.
Uno de los principales orquestadores del plan de Vogel es el juez, Juan Miguel Morales Monter, quien se vendió a la familia de Bernardo y cedió su credibilidad y su moral por unos pesos a través de Román Salazar Castillo, abogado de Bernardo.
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Otro actor de estas corruptelas es Miguel Barrera Sánchez, fiscal de niños, niñas y adolescentes, quien por una módica cantidad de dinero judicializó la carpeta en contra de Maha por supuesta violencia intrafamiliar, sin un previo desahogo de pruebas, así de manera arbitraria por órdenes de los otros dos abogados, Carlos Islas y Pablo Oaxaca.
Los niños en estos momentos viven con Guillermo Vogel, padre de Bernardo, el hombre siempre supo del comportamiento agresivo de su hijo; sin embargo, lo apoyó para llevarse a sus nietos. Cabe señalar que el sujeto es un depredador sexual, éste ha sido señalado por personal del fraccionamiento donde viven de acoso.
Los Vogel están involucrados con Mossak Fonseca, bufete de abogados objeto de la filtración informativa denominada “Panama Papers”, en donde se demostró que están vinculados a empresas que evaden impuestos tales como Grupo Collado.
Maha teme por su vida, ha sido amedrentada y amenazada por la familia de Bernardo; a 5 meses de arrebatarle a sus hijos teme que las adolescentes puedan ser violentadas de manera sexual por su abuelo o su padre.
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