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Dirigente sindical aseguró lugar en el Senado y le pesan contratos corruptos con empresas fantasma que benefician su familia
OMAR MONTALVO
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México. – La historia de la lideresa sindical corrupta que fue Elba Esther Gordillo, se repite con la dirigencia que ostenta Alfonso Cepeda en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Al igual que su antecesora, el secretario general tiene acusaciones por actos de corrupción y enriquecimiento ilícito, pero, aun así, ganó un lugar en el senado por la vía plurinominal, es decir, sin la necesidad de recibir el voto directo.
En la lista de plurinominales de Morena, Cepeda Salas ocupó el lugar 11 y de acuerdo con los resultados de las urnas el partido guinda logró 14 lugares, por lo que el dirigente del SNTE estará por los próximos seis años beneficiándose del cargo. De forma similar, Esther Gordillo antes de dirigir el SNTE, se desempeñó en varios cargos públicos, primero como legisladora federal de 1979 a 1988, después como delegada de Gustavo A. Madero (1988-1989) y entre 1997 y 2004 como senadora, diputada y secretaria general del PRI.
Al igual que Gordillo Morales, Cepeda Salas ya enfrenta acusaciones por actos de corrupción en el estado de Coahuila y Nuevo León, pero con el fuero que le otorga el cargo federal, el líder sindical está blindado ante investigaciones por presuntamente interferir en sus funciones.
Alfonso Cepeda asumió la secretaría general del SNTE en 2018 y en 2019 surgieron los primeros reclamos de la sección 38. Para 2023 la misma sección sindical identificó que el Servicio Médico del SNTE subrogó los servicios de la institución a una empresa del hijo del dirigente sindical, Alfonso Cepeda Garza, llamada Medical Integralis, que, a costa de las carencias sindicales, ha recibido al menos 17.7 millones de pesos.
En la sección 50 en Nuevo León, los maestros identificaron el mismo modus operandi donde se suma la empresa Laserex del Norte, también de Cepeda Garza. Se estima que las empresas del hijo del líder sindical han recibido al menos 121.2 millones de pesos gracias al tráfico de influencias.
Al darse a conocer que la dirigencia de Alfonso Cepeda daba contratos a modo para empresas de su hijo mencionado, su esposa Iracema Garza y su segundo hijo, Héctor Hiram, el pasado mes de octubre los maestros solicitaron al gobierno de Nuevo León, hacer una auditoría a las finanzas del SNTE estatal. Meses después, el líder sindical apareció en las listas para el senado en busca de la impunidad.
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