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La legión de periodistas que se ha dado cita en las mañaneras, del presidente López Obrador ha arrebatado la agenda a los medios corporativos y ¿por qué no?, hasta desmentido sus falacias, casi nunca ha sido motivo de una nota.
Por primera vez, la prensa extranjera se tiene que sentar al lado del humilde comunicador de una radio comunitaria y ambos, han sido escuchados. Muy pronto algunos aprendieron que con “reclamos de mercado” como en el caso de Reyna Haideé, podían ganar visibilidad y un viaje, aunque su discurso estuviera cargado de sin sentidos y su larga perorata no fuera al punto, se trataba de “quemar tiempo”; o con ataques de su medio, ganar más visibilidad para la revista, como en Dalila Escobar, de Proceso, usada como ariete para tratar de incomodar, sin lograrlo, al primer mandatario.
Por la mañanera hemos visto también a prensa extranjera, como la que se presentó durante el ataque coordinado entre la presión de bots con el hastag “narco presidente”, Tim Golden y Anabel Hernández; un par de periodistas del New York Times “casualmente” estuvieron presentes ese día en la mañanera para preguntar su opinión; tampoco esto lo desestabilizó y eso que, esa misma mañanera, un grupo de encapuchados dañaron las puertas del Palacio Nacional al querer entrar por la fuerza, dijeron, en nombre de los padres de los 43.
Quizá lo que más molesta son los aduladores, con flor en la solapa y sombrero que dicen al abrir su exposición: “presidente de todos los mexicanos”, pero que antes de entrar al recinto desprecian y humillan a gente humilde que ha viajado toda la noche solo para que un “periodista” les haga el favor de presentar su caso ante el presidente y que este hombre, sin siquiera mirarlos, pase frente a ellos diciendo “no tengo tiempo”, mientras se arregla la flor del saco y se limpia la manga que tocaron esos “plebeyos”, porque el es un “Lord”
He ido a las mañaneras y he visto como la prensa extranjera se esconde en los baños hasta que empieza la sesión, ¿para no contaminarse, como el señor del sombrero?
Con todo, el ejercicio de comunicación del presidente ha sido la forma más directa de enterarnos de lo que sucede y con ello, cotejar datos y fuentes. Ojalá que aún con sus “asegunes”, continúe.
Ana María Vázquez
Escritora
@Anamariavazquez
