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OCUPAN LAS INSTALACIONES DEL INSTITUTO DESDE 2020 Y SEÑALAN QUE LAS AUTORIDADES SE CIERRAN A LA NEGOCIACIÓN PACÍFICA
OMAR MONTALVO
Ciudad de México. – La comunidad indígena otomí que desde 2020 ocupa las instalaciones del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), alerta que después de estar cinco días en un apagón por el corte de energía eléctrica temen que sea la antesala a un desalojo violento por parte del titular de dicho organismo Adelfo Regino, pues al terminar la época electoral, también concluyen las promesas hechas de un arreglo pacífico.
El grupo indígena han denunciado el hostigamiento de agentes de investigación, además de cortes de electricidad, pese a que este servicio cada año está garantizado al INPI. El último intento de desalojo ocurrió en octubre de 2023, también antecedido del corte de servicios.
Actualmente llevan casi una semana sin electricidad ni agua, lo que también afecta a las infancias y adultos mayores que los acompañan. El apagón de luz inició el pasado 20 de junio y desde entonces iniciaron un bloqueo vial en la avenida México Coyoacán.
En la barricada destaca un camión de Coca-Cola, pues por las quejas de la empresa, las autoridades se han acercado, pero sin aceptar el diálogo. Entre las demandas destacan la expropiación de inmuebles para que sean destinados como vivienda social, donde los otomíes tengan oportunidad de vivir, así como un centro cultural para que esta sea la nueva Casa de los Pueblos.
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