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La Miguel Hidalgo es un auténtico nido de víboras. Mauricio Tabe, quien desafortunadamente gobernará de nuevo la alcaldía, cree que tiene todo controlado, pero no es así. Vamos, quien jugó chueco todo este tiempo fue Altagracia Méndez, la priísta que habla pestes de Israel Betanzos y Tonatiuh González (líderes del tricolor) por los pasillos de la demarcación, asegurando que ella es quien mueve todo en el PRI de la Ciudad de México. Pero bueno, su poder solo le alcanzó para repetir en la concejalía.
La señora, sí esa que por lloró todos lados porque nadie la quería a pesar de estar tan enferma, se llenó la boca diciendo que también controlaba a Mario Villanueva, Antonio Patiño y César Garrido. Pero dicen que no por bonita ni por “chingona”, sino más bien por bruja. Lo escribo de esta forma porque siempre se jactó de hacerle a la magia negra.
Además, se dedicó a hablar muy mal de su compañero Alberto Burgoa, el concejal que tiene la fortuna de ser el secretario de “asuntos sin importancia de la demarcación”. Méndez siempre lo tachó de “huevón y lame botas”. Digo, no es como que no lo fuera, pero el meollo del asunto es que son del mismo equipo, ¿o no?
Ahora la mujer no nada más habla pestes de mi querido Beto, sino también de Mayeli Ruíz, la concejala que llegó ahí gracias a que su mamá, Linda (de nombre más no de cara), fue grabada mientras conducía una camioneta en estado de ebriedad y pues Tabe le pidió la renuncia a su candidatura como concejal.
Sin embargo, el lugar no se lo dieron a su bodoque, porque Mauricio no es menso y no iba a desaprovechar el poder que tiene la mujer en la Reforma Pensil, una de las colonias más peligrosas de la demarcación en donde el hombre solo entra con protección.
Mayeli siempre se burló de sus compañeros morenistas Rolando Cortés, mejor conocido como el “Doctor Muerte”, y Diego Ramírez, que lo único bueno que tiene en esta vida es ser hijo de Cristóbal, líder de vivienda en la CDMX, que recientemente falleció y quien, me dijeron por ahí, quería más a Oscar Munguía, de la Asamblea de Barrios, que también es concejal en la MH.
Pero regresemos a Ramírez. El hombre siempre se dijo de izquierda, pero bien que con la derecha agarró el dinero que le ofrecieron para apoyar a Santiago Taboada. Mejor no hubiera hecho nada; se quemó y ni ganó. En la próxima columna les cuento más…