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Por Ana E. Rosete
Me da mucho gusto ver que Clara Brugada comenzó con el retiro de la propaganda electoral que se colocó en las vialidades de las 16 alcaldías de la Ciudad de México. A lo largo de las calles vimos “muraletas”, lonas de todos los tamaños, pendones y volantes que, de acuerdo con la Ley Electoral, deben ser retirados a más tardar siete días después de la elección. La primera en comenzar con la limpieza en la capital del país fue su futura gobernante.
Yo nada más quiero saber cuándo le seguirán los demás candidatos, porque muchos quitaron material, pero no necesariamente el suyo, sino el de sus contrincantes, en medio de la guerra sucia que se emprendió durante las campañas proselitistas.
Hoy Clara se ve más relajada. La sonrisa en su rostro enmarca la dicha y el orgullo de saber que en octubre será, de manera oficial, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México. El primer pendón que quitó fue en la Alcaldía Miguel Hidalgo, donde el panista Mauricio Tabe se encargó de colocar “muraletas” con la leyenda “Clara Embrujada”.
Sin duda, no son iguales. Mientras él ensució su propia alcaldía, la morenista comenzó a limpiarla. Solo espero que los candidatos que perdieron en las alcaldías donde contendieron, sí se pongan a quitar su propaganda, porque si bien no tienen nada que perder, pues no deben dejar de lado que esto acaba hasta que limpian todo.
Qué bueno saber que el tiempo que viene Clara lo usará para recorrer de nueva cuenta las calles de la capital para agradecer a la gente su confianza. ¡Lo lograste Clarita, ahora a lo que viene!
