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Arreando al Elefante | Y nos vimos en las urnas

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Deposité mi voto con sentimientos encontrados, por un lado, el hecho de que esa papeletea doblada en la urna era el principio de la cuenta atrás de un hombre al que aprendí a admirar y respetar porque él a su vez, respetó y honró al pueblo que lo llevó a la silla presidencial, para mí fueron más los enormes aciertos que los errores que la oposición, magnificados, le achaca.

Crecí en un país en el que la palabra “crisis” se había normalizado, en el que aprendimos a defendernos en la calle y a no traer en el celular los números de los familiares, un país en el que se colgaban cuerpos sin cabeza como quien tiende ropa a secar; conocí el inicio de los “levantones”, me cansé de gritar ¡Están vendiendo mi país! Y mi voz, desgarrada, seca, ahogada de rabia y dolor se perdía en los oídos sordos de los políticos que se divertían en fiestas de cocaína y prostitutas, que arrebataban tierras y compraban el voto por unos míseros pesos.

Las tribus priístas reptaban al lado de las panistas que, envueltas en el manto clerical, ascendieron al poder para seguir desangrando al país. En el inter, hubo escasez tanto de alimentos como de medicinas, el terremoto del 85 dio pie a saqueos, más crisis, gasolinazos, devaluación, inestabilidad, acuerdos con el narco; García Luna de la mano con Isabel Miranda inauguraron la ola de secuestros.

Un país convulsionado, sujeto a Estados Unidos, subordinado a él. Muchas cajas chicas y el pueblo jodido y burlado, ese pueblo en el que las mujeres, al menos las de mi generación (la misma de Claudia) fuimos sometidas, acosadas, minimizadas.

Había que trabajar el triple para ser considerada “competente” (aún hoy, muchos techos de cristal siguen intactos). A Obrador le debo el haber recuperado la esperanza y el orgullo de ser mexicana y es precisamente él, quien ha dado paso a una mujer como su sucesora para seguir rompiendo estructuras anquilosadas, caducas, de aquellos años de “dictadura perfecta”.

¡Nos falta tanto!, reconstruir un país, recuperar la base social, acabar con la violencia y el cáncer del narcotráfico, estabilizar los pueblos más necesitados de Guerrero, de Chiapas y por supuesto seguir creciendo con estabilidad. Voté por Claudia, por supuesto, ¡porque no llega sola, llegamos todas!

Ana María Vázquez

Escritora

@Anamariavazquez

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