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Hace unos días, Hugo Torres Zumaya, candidato a concejal de Morena, fue involucrado en un homicidio que ocurrió en la colonia Portales, en la alcaldía Benito Juárez. Aquello fue una masacre no sólo de parte de los medios de comunicación, sino también de la oposición.
La gente de Santiago Taboada, candidato de la alianza PAN-PRI-PRD a la jefatura de Gobierno capitalino, hizo de un lamentable hecho un circo mediático, para comprobar que Morena no es la opción.
Un día antes, Hugo había estado en un evento de la contrincante de la derecha, Clara Brugada, donde se sentó en el presídium para hacer fuerte a su equipo de trabajo.
Por la madrugada, llegó a casa de Alejandra Pacheco, su amiga. Pasó al baño, sin pensar que aquello sería el parteaguas de una pesadilla de la que aún hay pedazos sueltos.
En un minuto pasó de testigo a víctima, sin entender nada. Lo único que hizo fue estar en el lugar y hora equivocados. Los vecinos de Alejandra mataron a sangre fría a Eder. Hugo se quedó ahí mientras llamaba a emergencias.
Ojo: nunca se movió de ahí. Como buen ciudadano, se ha dedicado a evidenciar las fallas del gobierno de Taboada en la demarcación Benito Juárez y fue de los pocos que se atrevió a hablar de la corrupción inmobiliaria en la alcaldía.
Se la cobraron, y caro. Luego de que elementos de la policía de Benito Juárez supieran su nombre, comenzaron a grabarlo y tomarle fotos para luego filtrarlas.
Los primeros en tener la evidencia fueron quienes trabajan para el exalcalde panista, que ahora busca liderar la capital del país.
De la pesadilla que comenzó a partir de esto, les hablaré mañana.