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Dificultad para respirar, ardor en los ojos, dolor de cabeza y del pecho son algunos síntomas por exponerse al humo de incendios forestales.
Omar Montalvo
Ciudad de México.- Al inicio del periodo vacacional de Semana Santa, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) suspendió la fase 1 de contingencia ambiental por ozono en el Valle de México, debido a los altos niveles de contaminación en el aire provocados por diversos incendios y con el fin de evitar daños a la salud de la población.
En el caso de quienes padecen enfermedades del corazón resultan letales los cinco contaminantes que se respiran durante una contingencia.
De acuerdo con estudios de la CAMe, el 92% de las personas que viven en las ciudades no respiran aire limpio. La situación se empeora cuando se activa una contingencia, ya que los medidores detectan una mayor concentración de monóxido de carbono, ozono, plomo, bióxido de azufre y dióxido de nitrógeno.
Dichos contaminantes son considerados como los más dañinos para la salud, pero también los más comunes cuando se detecta una mala calidad del aire.
Respirado en altas concentraciones, como al hacer ejercicio al aire libre, el monóxido de carbono provoca dolores de cabeza debido a la falta de oxígeno en el cuerpo y, a largo plazo, puede afectar el funcionamiento del cerebro y corazón.
La respiración de ozono provoca la inflamación de los pulmones a través de tos y flemas. Cuando en las personas vulnerables no se atienden los primeros síntomas, puede evolucionar a un enfisema o cáncer de pulmón.
El plomo es uno de los metales más pesados que, al ser respirado en altas concentraciones, puede provocar daños en el funcionamiento del cerebro.
El bióxido de azufre y el dióxido de nitrógeno provocan irritación en nariz y garganta. En el caso del primero, también diarrea en personas con asma, mientras que el segundo ocasiona síntomas más severos en la población asmática.
Por otra parte, las partículas que desprenden los incendios forestales son altamente perjudiciales, pues logran penetrar en los pulmones y luego irse al torrente sanguíneo, lo que puede provocar una ataque al corazón en personas con problemas cardiorespiratorios.
El Centro de Control de Enfermedades (CDC) indica que las posibles consecuencias de respirar el aire durante una contingencia o en incendios forestales puede tener varias consecuencias a la salud de las personas como dolores de cabeza o el pecho, ataques de asma, cansancio y un ritmo cardiaco acelerado.
Los adultos mayores, mujeres embarazadas, niños y personas con problemas cardiorespiratorios son los más propensos a enfermarse por la exposición prolongada de los contaminantes de una contingencia ambiental.
La contingencia que se reportó en la Zona Metropolitana del Valle de México durante la pasada Semana Santa fue activada por los altos niveles de ozono concentrados debido a los daños que dejaron en 580 hectáreas varios incendios forestales en los municipios de Naucalpan, Atizapán de Zaragoza, Jilotzingo, Tlalnepantla y Nicolás Romero, entre otros.
Dato:
92% de las personas que viven en las ciudades no respiran aire limpio.