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Arreando al Elefante | ¿Y dónde está Lía Limón y Taboada?

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Por Ricardo Sevilla

En el corazón de la Ciudad de México, el suministro de agua se ve amenazado por un contaminante inesperado. Pero, hasta ahora, nadie sabe si es un combustible, un parásito, una bacteria o cualquier otra sustancia.

Lo cierto es que un pozo que abastece a las alcaldías Álvaro Obregón y Benito Juárez ha sido contaminado, no se sabe si intencionalmente, poniendo en riesgo la salud de miles de personas.

Los vecinos han señalado que se trata de diésel. Y el diésel, como algunos saben, es un combustible derivado del petróleo, y es tóxico y cancerígeno. Todo mundo debería saber que su inhalación o contacto pueden causar graves enfermedades.

Si es esa clase de combustible, el asunto se torna escabroso. Y si es otra clase de contaminante, también.

Y es que, como sea, la contaminación intencional de un pozo de agua es un acto vandálico que puede tener consecuencias devastadoras.

Es posible que la contaminación del pozo pudiera haber ocurrido por un accidente en un tanque de almacenamiento de diésel cercano hasta un acto intencional de vandalismo. Lo que es indudable es que las autoridades deben investigar a fondo el incidente y tomar medidas para garantizar la seguridad de las personas y el medio ambiente.

Si el agua contaminada se ha utilizado para el consumo humano, podría ser que las personas afectadas necesiten atención médica y exámenes para detectar posibles enfermedades relacionadas con la contaminación.

Desafortunadamente, este no es un incidente aislado en la Ciudad de México. La calidad y disponibilidad del agua potable en la capital mexicana siguen siendo uno de los principales desafíos.

Sobre todo en las alcaldías Álvaro Obregón y Benito Juárez.

Y es que ahí, en esas demarcaciones, no ha sido posible mejorar la gestión del recurso hídrico y continúan asomando problemas como fugas, escasez y contaminación persisten.

Por si fuera poco, la privatización parcial del servicio de agua y la falta de inversión pública adecuada han contribuido a agravar la crisis del agua en esas alcaldías.

La pregunta es: ¿Y dónde está Lía Limón y Santiago Taboada, alcaldes con licencia de esas demarcaciones? Haciendo campaña y prometiendo resolver la crisis del agua.

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