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Por Ricardo Sevilla
Ricardo Salinas Pliego no quiere pagar impuestos. Y, desde hace meses, ha ordenado a sus presentadores de noticias, que lancen embestidas contra el gobierno que encabeza el presidente López Obrador.
Sin embargo, Javier Alatorre, Alejandro Villalvazo, Jorge Zarza y Manuel López San Martín han sido incapaces de limpiar la imagen del dueño de Televisión Azteca.
Y se entiende porque estos presentadores, más que periodistas, son un puñado de vocingleros.
Y aunque Salinas lo sabe, prefiere el escándalo al periodismo de datos.
El dueño de la empresa Elektra sabe que, si alguien se sumerge en el mar de corruptelas en el que él navega, sin duda, encontrará información que lo dejará tiznado.
De ahí que prefiera los gritos y sombrerazos de sus presentadores que la información depurada.
Hace poco, nos enteramos que Sergio Vela, director de Arte & Cultura de Grupo Salinas, aconsejó a “don Ricardo”, como algunos de sus subalternos lo llaman, que reclutara a un grupo de “intelectuales” encabezados por Enrique Krauze.
Cabe mencionar que Sergio Vela propuso a Krauze porque es uno de sus amigos más cercanos.
Ahora bien, Vela fue presidente del desaparecido Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) durante el sexenio de Felipe Calderón.
De hecho, Vela y Calderón se conocieron en la Escuela Libre de Derecho, donde ambos estudiaron.
Incluso, fue el propio Felipe Calderón quien se encargó de presentar a Vela con Salinas Pliego. Y, como Salinas Pliego es un sujeto zafio e ignorante, quedó impresionado con el amigo de Calderón. Así que, apenas pudo, el dueño de Banco Azteca tomó a Vela como asesor. Le encomendó un puñado de proyectos y, ulteriormente, lo reclutó para encargarle el área cultural de Grupo Salinas.
No hace mucho, Vela convenció a Salinas Pliego de auspiciar una revista a la que han llamado Liber. Se trata de una publicación trimestral. Y conservadora. Y su número más reciente está dedicado a Gabriel Zaid, amigo y mentor de Enrique Krauze.
Pero, más allá de estos actos onanistas, la misión de Vela y Krauze es atacar al gobierno de López Obrador. Y es que el dueño de Afore Azteca no le perdona a AMLO que lo haya exhibido como lo que es: un evasor fiscal.