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El alcalde suplente de Benito Juárez, Isael Mata, se hace de la vista gorda por cobros indebidos en ese espacio público
HÉCTOR QUEZADA
Vecinos de la alcaldía Benito Juárez denunciaron que la Plaza Victoria, ubicada en la colonia Villa de Cortés, es tierra de nadie porque está repleta de comerciantes ambulantes y personas de situación de calle, y que el edil suplente, Isael Mata, se hace de la vista gorda por cobros indebidos en dicho espacio público.
Según los denunciantes, los culpables de que la Plaza Victoria esté invadida por el ambulantaje son los hermanos Mario y Carlos Ruiz López, quienes venden los espacios a los comerciantes. Incluso, acusaron, el primero es integrante de la Comisión de Participación Ciudadana (COPACO), por lo que es protegido por funcionarios de la demarcación panista.
Precisaron que la Plaza Victoria está abandonada por parte de la alcaldía, pues hay varias personas en situación de calle que no sólo se apropiaron del espacio público, sino también ingieren sustancias ilícitas. Además, comentaron que los ambulantes son muy agresivos con las personas que pasan por esa zona.
Ellos son los hermanos Mario y Carlos Ruiz López, Copaco y excopaco de Villa de Cortés, empleados de @BJAlcaldia y esbirros golpeadores del capo @LuisMendozaBJ.
Nuestra lucha por una Plaza Victoria tranquila y segura no avanza mientras le den permiso a comercios ilegales. https://t.co/FpTdbce53K pic.twitter.com/y8sSoBfeRa— Villa de Cortés 🌳🌲🌴🍃💧🚴 (@VillaDeCortesBJ) March 21, 2024
Los colonos de Villa de Cortés indicaron que a pesar de que la alcaldía Benito Juárez prometió que realizaría operativos, éstos no se han llevado a cabo, por lo que los problemas en esa plaza pueden aumentar, pues ya detectaron narcomenudeo debido a la falta de vigilancia.
Este problema no es reciente, pues en septiembre los inconformes bloquearon la Calzada de Tlalpan, para exigir la presencia de elementos de seguridad en las inmediaciones de la Plaza Victoria, ante la proliferación de puestos irregulares, franeleros y peseros que ponen en riesgo la tranquilidad de los vecinos.
Durante el gobierno del entonces alcalde Santiago Taboada, comerciantes protestaron en contra de la intimidación y extorsión de las que fueron víctimas por los mismos funcionarios de la demarcación, quienes pedían cuotas de hasta 60 mil pesos para el uso de espacios con gran afluencia de transeúntes.
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