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En estos días de campaña, algo ha caracterizado a Xóchitl Gálvez: las constantes ocurrencias en sus propuestas. Inició con eso de hacer una cárcel donde se violaran los derechos humanos de los reclusos para que, con eso -afirmó la candidata del PRI, PAN y PRD-, se acabara la delincuencia por el miedo que causaría el maltrato en dicha prisión.
Y así ha seguido la candidata de oposición, difundiendo ideas que no tienen lógica o que están muy alejadas de ser posible aplicar.
Hace unos días, Xóchitl comenzó a barajar una serie de propuestas encaminadas a desaparecer las refinerías que hay en México. La candidata de la oposición ha dicho que la refinación de petróleo ya no es tan necesaria en el mundo, porque supuestamente los autos eléctricos e híbridos son lo que habrá en el futuro.
Esto que menciona no tiene una relación con la realidad. La refinación de petróleo en el mundo no sólo no ha disminuido, sino que aumenta o se mantiene igual (sólo hubo un bajó con la pandemia de Covid-19). Y es que de la refinación no sólo se obtiene gasolina para autos, sino muchos otros productos necesarios para diversas industrias.
Incluso, las ocurrencias de Xóchitl Gálvez la llevan a plantear quitarle la primera letra a Pemex, para hacerla “Emex”, es decir, “Energías Mexicanas”.
Detrás de estas ocurrencias está la intención de desprestigiar a Pemex. Sí, es una batalla en contra una de las empresas más importantes que hay en México y que mayor número de recursos y puestos de trabajo genera.
Esta lucha contra las refinerías, en realidad, es la misma lucha que durante años ha hecho la derecha para privatizar los recursos energéticos de los mexicanos. Hay que recordar que el PRI y el PAN, durante los últimos años, han buscado desmantelar a las empresas estatales de energía para que los privados entren y obtengan ganancias de nuestra riqueza nacional.
Las propuestas de Xóchitl Gálvez son ocurrencias, pero ocurrencias neoliberales, de ésas que hicieron mucho daño al país.
Jorge Gómez Naredo
@jgnaredo
