194 lecturas
Jorge Gómez Naredo
@jgnaredo
Hace poco más de una semana tres medios de comunicación difundieron que el presidente Andrés Manuel López Obrador había recibido dinero del narco en su campaña presidencial de 2006. Los textos se basaban en información falsa.
Que fuera todo falso no impidió que desde redes sociales se emprendiera una campaña para desprestigiar al mandatario, a Morena y a su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum. Fue una campaña intensa, donde se invirtieron millones y millones de pesos.
Hace unos días, en Latinus -un portal que se ha caracterizado por golpear constantemente a la administración de AMLO- Carlos Loret de Mola presentó una entrevista con un supuesto miembro de Los Zetas llamado Celso Ortega, quien afirma que el Z-42 le dijo que financió en 2006 la campaña de López Obrador, y que éste les prometió que si ganaba, el país sería suyo.
El testimonio es irreal e inconexo, y a todas luces podemos decir que es un montaje. Sin embargo, esto no impidió que en redes sociales se fortificar la campaña que busca vincular a AMLO con el crimen organizado.
Todo indica que la oposición ha decidido emprender una intensa campaña de guerra sucia para relacionar a Morena con el crimen organizado, y que para ello ya están gastando millones de pesos.
Esta campaña debe enmarcarse en el próximo proceso electoral. La oposición se ve perdida, pues tiene a una candidata que simplemente no levanta en las encuestas y que, aunque la llevaron a Estados Unidos y a Europa para ser más visible, simplemente no funcionaron esas giras. Al contrario, terminaron afectándola.
Así pues, la oposición le apuesta ya sólo a la guerra sucia: a golpear a Morena vía repetir miles de veces que el presidente tiene vínculos con el narco y que durante años distintos cárteles de la droga lo financiaron.
Vendrán más campañas de mentiras de la oposición. Y es que, de verdad, ya es lo único que les queda hacer para impedir la gran debacle que, todo indica, es ya inevitable.