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SEBASTIÁN RAMÍREZ
Hace varios días que la candidata de la derecha a la Presidencia de la República se fue de gira a Estados Unidos. El balance de su visita ha sido francamente penoso, pues lejos de acercarse a la enorme comunidad de mexicanos en el país vecino, no ha hecho más que burlarse de los migrantes, que por cierto, no dudaron en manifestarle su rechazo. Ayer se unió a la gira Santiago Taboada, el líder de la mafia inmobiliaria que aspira a gobernar la Ciudad de México.
Ofrecieron una conferencia de prensa con un discurso abiertamente antiruso y denunciaron de nuevo la supuesta persecución por parte del Gobierno de México.
Es comprensible que en su desesperación, los candidatos del PRIAN vayan a pedir la ayuda de los aliados estadounidenses de la derecha mexicana, ambos tienen una desventaja de alrededor de 30 puntos en todas las encuestas y el evidente repudio del Pueblo de México.
No es la primera vez que sucede, hace poco la senadora panista López Rabadán fue a la OEA a pedir la intervención de Estados Unidos en asuntos internos del país. Lo mismo hizo Mariana Gómez del Campo cuando Acción Nacional se inconformó por la elección de Rosario Ibarra de Piedra para presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Lejos de pasar penosos ridículos en Estados Unidos, el candidato del Cártel Inmobiliario debería ocuparse en dar la cara a los benitojuarenses por los procesos penales que sus excolaboradores enfrentan ante la Fiscalía por los desvíos millonarios de recursos y extorsión a empresarios de la construcción. Por otro lado, también debería aclarar si pretende regresar a la Capital a los más oscuros tiempos de represión y brutalidad policial, pues es lo que representa Manuel Mondragón y Kalb, quien recientemente se sumó a su equipo de trabajo en temas de seguridad. Las y los capitalinos tenemos memoria, no pasarán en nuestra Ciudad.
