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ANA MARÍA VÁZQUEZ
@Anamariavazquez
Mientras el presidente López Obrador pasó el fin de semana trabajando, supervisando puentes y entregando una importante carretera, la candidata de la oposición se pasea por Estados Unidos ofreciendo nuestros recursos a empresarios norteamericanos: ¡Vergüenza!
Las reformas propuestas por el ejecutivo pretenden devolver al pueblo y la Constitución el carácter humanista; la candidata de la oposición le niega la voz a los migrantes y su personal de campaña se enfrenta a un migrante diciéndole “muerto de hambre” y enseñando su cartera llena de dólares: ¡Vergüenza!
Mañaneras, discursos, opiniones tanto del presidente como de la doctora Sheinbaum buscando el bien común; la candidata de la oposición lee un mal discurso que ni siquiera entiende, escrito por sus asesores, si lo conociera, podría, aún sin teleprompter, fundamentar sus dichos.
¿Qué hemos hecho para tener una oposición tan básica, tan mentirosa, tan poco propositiva? Siguen creyendo que con vestirse de huipil se aparenta ser más mexicano, que pidiendo la intervención extranjera les irá mejor. Siguen sin escuchar al pueblo, al que nunca conocieron, aunque vivamos en el mismo país, siguen pensando que somos solo ese eslabón que necesitan para que su maquinaria industrial se mueva mientras ellos “pelean por lo suyo”, lo que lograron a través de la corrupción para unos cuantos, los que pelean sus campos de golf y sus concesiones, aunque el pueblo se quede sin agua. ¡Vergüenza!
Ni los migrantes ni los residentes en México existimos; a no ser, en época de elecciones cuando se “transforman en pueblo” por unos minutos, aunque su naturaleza les quite la máscara y humillen al que no consideren a su “altura”, aunque irónicamente, esos que humillan hablen más de un idioma y un inglés perfecto.
Todo cambia para que nada cambie con ellos, con un títere en campaña se ridiculizan más, se hunden más, se empequeñecen más y ni así quieren verlo.
Si la única propuesta que van a darnos es el entreguismo estilo Milei que ha rematado el país mientras el pueblo literalmente muere de hambre, van por mal camino. La aprobación del presidente López Obrador está en más del 70% al final de su período, ¿no les dice eso algo? Minimizar al pueblo seguirá siendo su perdición.