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M. FERNANDA LIMÓN
INFIERNO:
Soy enemiga de los eufemismos porque se toma por hipocresía. Si tengo que decir una mala palabra la digo, el problema aquí es que ofenderles me resultaría sencillo, sería una pérdida de tiempo porque después habría que explicarles el insulto. Sin embargo, ahí les va:
Queridos Mindundis: se han puesto en primer lugar en las listas de plurinominales tanto al senado como a las diputaciones federales, cometieron la osadía de decir “voy primis” cuando de fueros se trata; pasaron por encima, otra vez, de millones y millones y millones de personas que los consideran impresentables, les valió la madre que les hace falta dilapidar las aspiraciones de Xóchitl, repartieron candidaturas pluris como premios de consolación al ritmo del “es la última y nos vamos” el problema no es querer que vuelva al país Cabeza de Vaca o que Ricardo Anaya vuelva a tomar tribunas cuando no le cumplen sus caprichos, no señores, el problema es que como todos los días lo último en lo que pensaron fue en el tipo de servidores públicos y representantes que necesita una sociedad que les queda demasiado grande; un México harto de las mismas caras, las mismas promesas y los mismos sin sabores.
En que momento pensaron que miles y millones de ciudadanos respetables, honrados y trabajadores, se sentirían representados por Marko Cortés o Alito Moreno, en que momento en su magistral estrategia política pensaron que Rubén Moreira podría merecer asentarse en tal silla, en que magistral instante de brillantez dilucidaron a Manlio como un laudable caballero representante de algún elector mexicano, no lo sé ni siquiera me puedo imaginar aquella reunión en donde decidieron quienes eran los buenos para llevar a buen puerto los destinos de esta hermosa nación, de lo que sí estoy segura es de que el poder está bien, y la estupidez es, por lo general, inofensiva. Pero el poder y la estupidez juntos son peligrosos.
PURGATORIO:
Un día yo dormía y Dios me gritaba ¡alerta!, luego era Dios quien dormía y yo le rogaba ¡despierta!, despierten, despertemos todos, no dejemos que el hecho de que la oposición haya cerrado las puertas a la sociedad civil y haya tomado la decisión de dejar fuera nuestra dignidad con las representaciones parlamentarias que necesitan con tal de no enfrentar cargos por delitos contra el honor del ombligo de la luna, no dejemos que la desazón por la grisácea candidata que tiene la oposición nos detenga de presentarnos en las urnas en las próximas elecciones, recordemos que es mejor reinar en el infierno que servir en el cielo.
La chamba será nuestra, la decisión será nuestra, seremos nosotros quienes tendremos el volante, no dejemos que sean estos mendrugos sean quienes sigan teniendo la voz y los votos que necesitamos como sociedad si queremos rescatar a nuestro estado de las garras de estos buitres porque no olvidemos que la política, como el bosque tropical, se alimenta de su propia basura.
PARAÍSO:
Fíjate bien este será tu problema toda la vida, eres una cara bonita, ¡Arraaaaancate!
Colosio y Mariana, Mariana y Colosio, los nuevos juniors del poder que aún con todo en contra y con los medios de comunicación haciéndose los que la virgen les habla con tal de no mencionarlos y como suelen decirlo “evitan darles” la atención que no merecen, han crecido más que cualquiera de las sobras mencionadas en los párrafos anteriores, no se trata de enaltecer a quienes aún tienen muchísimo camino por recorrer, y experiencia que ganar, pero si se trata de generar conciencia en lo que se aproxima, ya hemos tenido muchas oportunidades de corregir el camino, hemos tomado por la izquierda y por la derecha, dejemos de reciclar, generemos energías limpias y renovables, no sólo con Luis Donaldo y con Mariana, revisemos con atención cada boleta que nos presenten no solo la de la presidencia, será imperativo, será crucial el trabajo de la legislatura, no más dictaduras perfectas ni democracias de caricatura, nunca más un diputado o senador plurinominal con 40 violaciones a la constitución en su haber.
Que cuando se atrevan nuevamente a mostrar su poco digna cara ante una sociedad participativa nuestra primera pregunta sea acaso ¿está intentando ofenderme?.