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JORGE GÓMEZ NAREDO
@jgnaredo
Ayer, una grúa que estaba cargando una dovela en las obras del Tren Interurbano México-Toluca colapsó y dejó caer lo que sostenía. Fue un accidente, que afortunadamente no causó ningún fallecimiento. Además, no hubo heridos. Fue un daño material: una camioneta y un auto estacionados en la zona fueron aplastado y la dovela quedó afectada.
Los medios comenzaron a circular un video donde se ve la dovela tirada, aplastando a la camioneta, y comenzaron a hablar de que la estructura del Tren había colapsado. Así lo tituló, por ejemplo, el diario Milenio: “Reportan colapso en estructura del Tren México-Toluca; corresponde a tramo en construcción”. El periódico El País, por su parte, tituló la nota “Cae parte de la estructura del Tren Interurbano México-Toluca en Ciudad de México”.
Estos títulos, evidentemente, generan la percepción de que el Tren (una parte ya está operando) colapsó. Y es algo totalmente alejado de la realidad, porque lo que sucedió fue que las cadenas de una grúa se rompieron y por eso cayó la dovela. La estructura del Tren está intacta.
Los opositores buscaron sacar raja electoral de esto, y con una completa falta de ética y mintiendo de forma grotesca, comenzaron a difundir que se había caído el tren.
Por ejemplo, el perredista Fernando Belaunzarán difundió un tuit con el mensaje: “Se cayó parte del Tren Interurbano México-Toluca, muy cerca de Observatorio, al más puro estilo de Claudia Sheinbaum y la Línea 12”.
Max Cortázar, que maneja la comunicación de la campaña de Xóchitl Gálvez, difundió: “¿No les da vergüenza proponer continuidad, Claudia Sheinbaum y Partido Morena? Ya se les cayó el metro, se les cayó el tren interurbano y se les está cayendo el país”.
Es evidente que los opositores están esperando una tragedia para usarla de manera electoral. Con esto del Tren Interurbano quedó claro. Buscan que haya mal para después afirmar que es culpa de Claudia Sheinbaum, de Morena y de Andrés Manuel López Obrador.
Con lo del tren interurbano quedó claro que ansían tragedia. Buscan denodadamente el dolor de los mexicanos para usarlo como trampolín electoral. Así actúan, con esa vileza, y no merecen jamás regresar a gobernar.
