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SAMUEL CANTÓN ZETINA
Desde antes de la nominación de los candidatos de MORENA (algunos) ya se sabía que iban muy adelante.
Las encuestas reflejaban dos parámetros: la popularidad del presidente Obrador, y la aceptación ciudadana por partidos, durante los dos últimos años.
Lo que se ignoraba es el grado de torpeza de los adversarios del guinda.
En la carrera presidencial tenemos la mejor muestra.
Irrumpió en escena Xóchitl Gálvez, y los opositores se jactaron: Era “del pueblo”, y -entonces- no podría ser señalada de fifí.
Como prueba, divulgaron que era de auténtico origen indígena, y que alguna vez vendió tamales, y otras gelatinas.
Según ellos, MORENA se quedaba sin la ventaja de abanderar a los más humildes.
Era de la raza…
Como pudieron, siguieron adelante esperanzados en Xóchitl
No contaban con que a la vuelta de la esquina, el error y el absurdo harían tropezar a los estrategas del PRIAN.
Se estancaron con una candidata lépera y frontal -“soy chingona”, dijo en entrevista-, y llenaron su equipo de campaña con cartuchos quemados y desprestigiados del pasado corrupto que arruinó a México.
Para atrás… ¡asusta!
Los genios azules y tricolores no vieron que luego del impacto de su inclusión, tenían que pasar a la autollamada Señora X de figurín de barrio a una aspirante seria, capaz de inspirar confianza de que tiene con qué.
Reina de la carpa no es igual a presidir al país.
Y DE MAÑANA…
ROSARIO ROBLES ya fue absuelta de la Estafa Maestra, y ahora Lozoya va por su “inocencia”. Sin devolver, ninguno de los dos, ¡ni un solo peso!…***REGRESAMOS EL lunes 8 de enero. Feliz Navidad y Próspero 2024