37 lecturas
RICARDO SEVILLA
Se acabó, por ahora, el sueño de Samuel García. Quería gobernar este país, pero los viejos y anquilosados políticos de la derecha lo despertaron, con un balde de agua, de sus sueños guajiros.
Samuel aseguraba, ufano, que podía ganar la contienda presidencial. Pero alucinaba. La verdad es que el pueblo ya tuvo suficiente con el desastroso sexenio de Enrique Peña Nieto, una marioneta que fue peinada, de rayita, en los estudios de Televisa.
Y no, por más que Samuel repita, como un mantra, que podría haber ganado la contienda presidencial si el PRIAN lo hubiese dejado, eso nunca hubiera sucedido.
Pero en lo que sí tiene razón Samuel es que, en el efímero tiempo que duró su candidatura, logró arrebatarle el segundo lugar a Xóchitl Gálvez. Y no digo que la desbarrancó, porque, de por sí, Xóchitl ya ha caído en un barranco y no logra salir de ese abismo.
Superar a Xóchitl, desde luego, es fácil. Y es que ella es uno de esos viejos títeres que se deja llevar por donde le dicta su titiritero: Claudio X González. Y Samuel, aunque torpe y banal, tiene conciencia del peso electoral que tiene, es decir: de los votos que su candidatura podría haberle arrebatado o sumado a tal o cual candidato.
Samuel es un tipo anodino y desenfadado, y Xóchitl también lo es. Pero los titiriteros de la señora Gálvez han sido demasiado pretenciosos y, por ello, han hecho que las estrategias de Xóchitl muerdan el polvo.
La señora Gálvez no ganará, y ella y sus padrinos lo saben. Están condenados a perder, pero quieren lograra algunas posiciones en las cámaras de senadores y de diputados.
Xóchitl, como premio de consolación, podría ser coordinadora de senadores de la oposición en el siguiente sexenio. Pero eso podría darse si logra mantener su decoroso segundo lugar, pero si Movimiento Ciudadano, vía Samuel García, logra alzarse con ese disputado segundo lugar, entonces el PRI y el PAN pasarían a ser la tercera y cuarta fuerza política en este país. Y eso no sólo sería una afrenta histórica, sino que estaría anunciando la muerte de ambos partidos. Así que, en 204, Samuel será un aliado fundamental, porque en sus manos podría estar la desaparición del PRIAN.