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Piden investigación sobre la desaparición de equipos InstaBook

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  • Millonaria inversión se esfumó
  • Equipo estaba destinados a Bibliotecas Digitales
  • La presentación fue ante la CONAGO

JUAN R. HERNÁNDEZ.

Un llamado se ha realizado al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que se investigue la desaparición de 64 equipos InstaBook, adquiridos en 2006 por el gobierno mexicano con el propósito de instalarlos en bibliotecas y facilitar la reimpresión de libros a bajos costos.

Victor Celorio Garrido, inventor de la tecnología InstaBook en México, solicitó una investigación sobre el paradero de estos equipos, pues estos dispositivos estaban destinados a permitir a los usuarios reimprimir libros a costos accesibles, especialmente para las niñas y niños mexicanos.

De acuerdo con Celorio Garrido, el desarrollo de esta tecnología en Estados Unidos fue a finales de los años 90, lo que permitió la impresión y encuadernación instantánea de libros bajo pedido con solo un clic del ratón. Esta innovación redujo significativamente los costos de impresión, convirtiendo la edición de libros en una actividad económicamente viable sin la necesidad de grandes tiradas.

Señaló que, tras presentar el proyecto en 2006 a la Conferencia Anual de Gobernadores (Conago) y haber obtenido la aprobación para la instalación de dos equipos por estado en bibliotecas públicas, los aparatos adquiridos para este fin nunca fueron puestos en funcionamiento.

Señaló que la empresa ganadora de la licitación para suministrar los equipos los entregó a la SEP, pero con el cambio de administración y la llegada de nuevas autoridades, encabezadas por Josefina Vázquez Mota en la SEP y Consuelo Sáizar en CONACULTA, el proyecto y los equipos quedaron en el olvido. Desde entonces, no se ha sabido nada sobre el destino de estos dispositivos.

El inventor enfatizó que, aunque legalmente la empresa InstaBook no era la afectada por la desaparición de los equipos, la SEP ya había pagado por ellos. Esto resultó en un perjuicio para los ciudadanos mexicanos, quienes no pudieron aprovechar la tecnología para acceder a libros electrónicos a precios accesibles debido a problemas burocráticos.

En este sentido, Celorio Garrido instó a las autoridades federales a iniciar una investigación para esclarecer el daño económico y cultural causado por la desaparición de estos equipos, con el objetivo de identificar a los responsables que incumplieron con su deber fiduciario hacia la nación.

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