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JORGE GÓMEZ NAREDO
@jgnaredio
Al PAN no le importa los damnificados de Acapulco. No le importa que haya sufrimiento. Al contrario, a los del PAN les agrada que haya tragedias porque para ellos ésas son oportunidades para desgatar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Y así lo hemos visto recientemente.
Los panistas, al saber que había pegado un huracán categoría 5 directamente en Acapulco, se frotaron las manos: era su oportunidad. Por eso, nada más tocar el huracán en las costas, comenzaron los ataques contra el presidente. Inventaron que hubo tiempo de desalojar la zona (mentira), que no se había avisado cuando se supo de la magnitud del huracán (mentira), que el gobierno no estaba ayudando (mentira), que el ejército detenía toda ayuda que se dirigía a Acapulco (mentira), etcétera.
La catástrofe de los acapulqueños para los del PAN fue una oportunidad de ganar votos. Por eso su candidata a la presidencia, Xóchitl Gálvez, pronto se paró en los centros de ayuda en la Ciudad de México a grabarse y a decir que el gobierno no estaba apoyando.
Ahora que ven que la ayuda gubernamental está llegando, organizaron una caravana para dar a entender que el pueblo de Acapulco está muy enojado con AMLO, y que no recibe ninguna ayuda. Para la caravana, los del PAN designaron a Ramiro Solorio, un personaje que ha pasado por cinco partidos. Primero fue del PRI, después del PRD, más tarde el Partido Socialista de México y Movimiento Ciudadano. Hoy es panista.
Él encabeza una caravana de Acapulco a Palacio Nacional, supuestamente ciudadana. Su intención, dicen, es reunirse con AMLO. Al no ser recibido por el mandatario (mal haría en recibir a un panista oportunista), los del PAN repiten que el presidente es “insensible” y no ayuda a los damnificados.
Es claro que los del PAN usan la catástrofe como una oportunidad electoral. Son viles, porque no les interesan los damnificados: eso los pinta de cuerpo entero.